Tras mes y medio fuera del show El Gordo y la Flaca, Raúl de Molina ha regresado al foro, renovado y listo para seguir adelante. Casi recuperado de su cirugía, el presentador compartió una vivencia personal en el foro, que tocó las fibras más sensibles. Aseguró que, de no ser por su hija, él no estaría vivo. Durante su convalecencia, el comunicador sufrió una crisis de salud, que lo llevó a desmayarse y perder el conocimiento. Mía, de 25 años, estaba justo en casa con él cuando todo pasó y ella se movilizó para llamar a emergencias y cuidar de su papá.
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En la emisión del pasado lunes, Raúl se sinceró con los televidentes y reveló lo buena hija que ha sido Mía en las últimas semanas. La joven, quien ya se ha independizado de sus papás, volvió al hogar familiar para atender a su papá y ayudar a su mamá en este período. "Con todas las peleas que tengo con ella se ha portado de maravilla, como la mejor hija del mundo. Se mudó para la casa nuestra por seis semanas. Fue la que me salvó a mí el día que yo me desmayé. De verdad que Mía se ha portado espectacular", dijo el presentador.
Para poner en contexto a la audiencia sobre la situación que enfrentó Raúl de Molina, Lili Estefan explicó cómo fue ese episodio en el que su amigo y colega se desvaneció en su casa, días después de la cirugía. "Para que la gente entienda... Tú cuando te tomas las pastillas, a los dos o tres días te desmayas el domingo, tempranito por la mañana. Mía estaba supuesta a irse a una clase de pilates y estaba tarde. Siente como un golpetazo, como algo que cayó al piso, y va para allá a ver y se encuentra a Raúl desmayado".
Tras encontrar a Raúl en el piso, Mía llamó de inmediato a los servicios de emergencias y fue llevado al hospital, donde fue atendido.
"Me llevan al hospital, me tienen que abrir la herida otra vez", agregó Raúl de Molina, revelando qué tuvo que pasar de nueva cuenta por otra cirugía. Dando por terminado ese capítulo en medio de su convalecencia, el presentador de 66 años cerró el tema: "Eso ya lo enseñamos aquí cuando hicimos la historia de El Gordo y la Flaca. No quiero recordar todo eso porque estoy feliz aquí de vuelta".
El pasado 31 de mayo, Raúl de Molina se sometió a una paniculectomía, una cirugía que consiste en remover el exceso de piel que queda luego de una drástica pérdida de peso. El presentador de raíces cubanas compartió que le removieron 15 libras de exceso de piel, y que gracias a esto podrá hacer actividades físicas de manera más sencilla.
Raúl de Molina, feliz de volver al show
A través de sus redes sociales, el presentador compartió se emoción por volver al programa que ha conducido con Lili Estefan por 26 años. En su perfil, compartió un carrusel de imágenes de la cálida bienvenida que le dio su equipo, acompañado por unas palabras cargadas de cariño. En ese mensaje, también extendió unas palabras de gratitud a su esposa Mily, quien lo ha cuidado día y noche en medio de este trance.
"Que felicidad regresar hoy a @elgordoylaflaca después de mi cirugía. Gracias a todos por el apoyo durante este último mes. Feliz de estar frente al público que nos ve, que tanto quiero y respeto. Que bueno estar junto a @liliestefan que tanto extrañaba y junto a todo el equipo de @marielatv. Siempre con el apoyo de mi esposa Mily que me acompañó y algunos amigos que vinieron al estudio".