Dentro de unos horas se llevará a cabo el cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco, quien falleció el pasado 21 de abril a los 88 años. En El Vaticano ya se ultiman los detalles para el suceso histórico, el cual se realizará el miércoles 7 de mayo. Los 133 cardenales electores ya están en El Vaticano, listos para elegir al que será el 267° papa. Mientras llega el momento, recordamos cómo fue el cónclave en el que Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, fue electo como el líder de la Iglesia católica.
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El cónclave de 2013 empezó el 12 de marzo en la Capilla Sixtina, tras un hecho histórico: la renuncia de un papa. Benedicto XVI anunció el 11 de febrero su intención de dejar su título. Dos semanas después, el 28 de febrero, Benedicto XVI puso fin a su pontificado de casi ocho años. Con esta decisión, Benedicto, de raíces alemanas, se convirtió en el primer papa en renunciar al cargo desde Gregorio XII, en 1415.
Desde todos los rincones del mundo, llegaron 115 cardenales al Vaticano para elegir al siguiente jefe de la Iglesia católica romana. Entre ellos, se encontraba Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires.
Tras la quinta votación, a las 7:05PM del 13 de marzo, los miembros del Colegio Cardenalicio eligieron como el papa número 266 a Jorge Mario Bergoglio, quien eligió como nombre papal el de Francisco.
Luego de que saliera humo blanco de la chimenea colocada en la Capilla Sixtina, el cardenal protodiácono Jean-Louis Tauran anunció desde el balcón central de la Basílica de San Pedro la elección de Francisco en latín, con el histórico 'Habemus papam'.
Fue el primer papa procedente del continente americano, el primero que no fue nativo de Europa, Oriente Medio o el norte de África, y el primero procedente del hemisferio sur del planeta. También destacó por ser el primer pontífice no europeo desde 741, año en el que falleció Gregorio III, que era de origen sirio. Además, también fue el primer papa perteneciente a la Compañía de Jesús.
Ya electo como Papa, pagó su deuda en la residencia que lo acogió antes del cónclave
En días recientes, el periodista Joaquín López-Dóriga recordó la curiosa anécdota sobre la forma en la que llegó Jorge Mario Bergoglio al cónclave en el que, sin saberlo, resultaría electo. "El papa tenía 87 euros", dijo el comunicador. "Era el dinero con el que se quedó cuando vino de cardenal, cuando viajó para participar en el cónclave, quizá un poco más. Se compró una pizza", agregó.
Esa no fue a única anécdota acerca de la sencillez que caracterizó al Papa Francisco. Luego de ser designado como el sucesor del apóstol Pedro, el Santo Padre regresó a la residencia donde se estaba hospedando antes de convertirse en Papa para saldar su cuenta.
Medios internacionales como El Confidencial o CNN, la mañana posterior a su elección, Francisco pidió a un chofer que lo llevara a la residencia propiedad de la iglesia, el Domus Internationalis Paulus VI, donde se había hospedado en los días previos al cónclave.
"Quería ir a buscar su equipaje y sus bolsos. Había dejado todo allí", dijo un portavoz del Vaticano en un encuentro con medios. "Se detuvo en la oficina, saludó a todos y decidió pagar la cuenta por la habitación porque estaba preocupado por dar un buen ejemplo de lo que sacerdotes y obispos deberían hacer", agregó.