Como suele pasar en Hollywood, lo que parecía una separación amistosa entre Olivia Wilde y Jason Sudeikis tomó un giro inesperado, cuando comenzaron los desencuentros legales sobre la custodia de sus hijos. Las diferencias eran unas muy conocidas en estos momentos ante lo que está pasando con otros famosos, Olivia pretendía ubicarse con los niños en una ciudad, mientras Jason tenía otros planes. Las cosas subieron de tono cuando durante un evento público de la actriz, mientras se encontraba sobre el escenario, le entregaron los documentos de una de las denuncias del padre de sus hijos.