Para lograr este look, Margot llevó un mini vestido hecho a la medida con las mismas especificaciones del de la muñeca (un corset combinado con una malla transparente sobre brazos y cuello) de la firma Balmain. Aunque, como bien decía el nombre de la muñeca, la magia recaía en los aretes, que fueron tal como los de Barbie, en gran tamaño en forma de estrellas y corazones, que iban a juego con el cinturón con los mismos motivos. Como complementos, lució unos altísimos tacones en rosa de Manolo Blahnik, mientras que el toque final de este look fue la larga melena de Margot peinada con un waffleado, que emulaba la distintiva melena de esta muñeca.