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Sophie Rhys-Jones, que estuvo a punto de perder la vida antes del nacimiento de su hija, no podrá volver a tener hijos
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La condesa de Wessex conoció a su hija seis días después del nacimiento
17 NOVIEMBRE 2003
Sophie Rhys-Jones, esposa del príncipe Eduardo de Inglaterra, estuvo a punto de perder la vida minutos antes de dar a luz a su hija a causa de una fuerte hemorragia en el trayecto de su residencia al hospital Frimley Park, al sur de Londres. Tan grave era el estado de la Condesa de Wessex que los servicios de emergencia contactaron inmediatamente con su marido, el príncipe Eduardo, que se encontraba de visita oficial en las Islas Mauricio, para advertirle que en caso de que la situación empeorase tendría que elegir entre la vida de su hija o de su esposa.
Según han informado fuentes hospitalarias: "Durante la operación de cesárea Sophie recibió varias trasfusiones de sangre porque su estado era gravísimo. La prensa no se enteró de lo sucedido por ordenes estrictas de Isabel II. Ha sido un milagro que Sofía y su hija estén con vida, pero necesitarán varias semanas para recuperarse completamente. Por el momento, la condesa sufre de 'placenta abruptio’". La ‘placenta abruptio’ se trata de la separación, durante la segunda mitad del embarazo, de la placenta de su sitio de unión en el útero antes del nacimiento del bebé.
'Estoy sumamente emocionada'
Seis días después del parto, la Condesa de Wessex se reencontró con su hija recién nacida, según han confirmado fuentes de Palacio de Buckinghan. Sophie Rhys-Jones, que permanece guardando reposo tras su operación de cesárea en el hospital Frimley Park, pudo ver la carita de la niña, que pasó sus primeros días de vida bajo cuidados intensivos en otro centro médico, el hospital londinense de Saint George, equipado con una unidad de prematuros. "Estoy sumamente emocionada", estas fueron las primeras palabras de Sophie Rhys-Jones al ver de nuevo a su bebé, según comunicó un portavoz del palacio de Buckingham.
Eduardo de Inglaterra visitó ese mismo día a su esposa y la pequeña. El hijo menor de la Reina Isabel II, que no pudo presenciar el parto por hallarse de visita oficial en las Islas Mauricio, manifestó su "gran alivio y alegría".
