"Hablando de nosotros, hemos vivido un noviazgo de casi tres años a distancia. Yo en Madrid y él en Sevilla, ya que hasta que no nos hemos casado, no hemos convivido, y por consiguiente, no me he mudado a Sevilla. Ave arriba, Ave abajo, superando la barrera de la distancia, el Covid y tres meses sin vernos, aquí estamos a día de hoy: marido y mujer. Le conocí y supe que era él, siempre lo digo, es mi mejor amigo y mi alma gemela, es como si le hubieran hecho literalmente a mi medida. Nuestra boda ha sido tan especial por el componente religioso que la ha conformado, el gran paso de casarnos y de iniciar este proyecto de vida que tanto significa para nosotros y que tanto esperábamos y deseábamos. Ha superado con creces las expectativas. No me puedo sentir más afortunada".
- Decora tu boda con los rincones 'slow' más bonitos