"Esta temporada priman los vestidos muy fluidos, cómodos, con movimiento. Telas vaporosas como la bambula o la muselina de seda, organzas rústicas bordadas, el juego de tonalidades con tonos más tostados, mezclas de texturas. Los detalles cobran mucha importancia y más si tienen un toque vintage. Vuelven el tweed, las perlas y los botones joya para adornar tanto los vestidos como los accesorios de novia. En cuanto a diseño, los cuellos cisne estilo victoriano, mangas abullonadas, puños muy decorados, drapeados y frunces, largo midi y vestidos desmontables. Segundas piezas como chalecos y capas que permiten a las novias llevar colas más pequeñas y a la vez conseguir looks mucho más modernos".