A la hora de organizar una boda, uno de los puntos que más preocupa a los novios suele ser la decoración. Aunque existen algunas pautas con las que no correr demasiado riesgo y acertar siempre, muchos prefieren sumarse a las últimas tendencias. Pero si en algo coinciden los expertos es que, más allá de las modas, la boda debe respirar un estilo propio. "El estilo tiene que ver con los novios, con su personalidad y que quieren transmitir en su boda, por eso el estilo es fundamental para mí como diseñador. La temática se integra dentro del estilo como hilo conductor definiendo el esquema de colores, la estética, las flores", nos explicaba Joan Conejo, decorador, florista y director creativo. Así, si la pareja es muy clásica, por ejemplo, los manteles serán obligatorios en las mesas, pero si no es el caso, podrán sumarse a una de las supertencias de la temporada: las mesas desnudas. El ejemplo de la imagen es una elegante composición obra de El Jardín & Co.
El poder de los centros de mesa
Una de las peculiaridades de las mesas que, en la bodas, se utilizan sin mantel es que suelen ser de madera. Diseños que casi siempre son rectangulares, permiten un número más o menos amplio de invitados y en ocasiones tienen un aspecto envejecido. Con esta elección, los novios se suman también a esa corriente eco friendly que cada vez tiene una mayor importancia en el ámbito nupcial y que cede el protagonismo tanto a la mesa en sí como a los elementos que la componen. Y en muchas ocasiones, como sucede en esta propuesta de Itziar Ortuondo, los centros de mesa son los más observados.
VER: Los centros de mesas para bodas que más gustan a las floristas están llenos de color
El poder de los centros de mesa
La gran ventaja de prescindir del mantel es que no hay que lidiar con los colores –o al menos no tanto– a la hora de elegir los centros de mesa, por lo que la variedad cromática es mayor. Además, al tratarse de mesas casi siempre alargadas, es posible sustituir los diseños de menor tamaño por otros grandes y que recorran el espacio, llenándolo sin agobiar. En estos casos, las propuestas en las que la vegetación se apodera de la mesa cobran cada vez más protagonismo y conquistan a novios y wedding planners. ¿Un ejemplo? Esta mesa de Petite Mafalda en la que el verde se entremezcla con frutas.
El poder de los centros de mesa
Aunque el verde y la madera son una de esas combinaciones ganadoras con las que siempre se acierta, también es posible ceder el protagonismo a flores llenas de color, con las que animar las composiciones y dotar de cierto aire sofisticado las mesas. Desde Bambarela proponen combinar estos elementos con lámparas de cristal, candelabros y velas. Una mezcla que, aunque pueda sonar arriesgada, suele funcionar especialmente bien en la bodas celebradas por la tarde.
El poder de los centros de mesa
Es cierto que los adornos florales de gran tamaño funcionan especialmente bien con este tipo de mesas, pero también los más tradicionales. Desde Marketing for lemons demuestran que no siempre es necesario crear una especie de camino salvaje en el centro de la mesa para que esta quede bonita, también es posible diseminar distintos centros florales con diseños combinados. Eso sí, mejor poner un número más o menos alto para que el resultado resulte acertado.
El poder de los centros de mesa
Otra opción igualmente válida es la de seleccionar adornos más propios de mesas redondas –por su tamaño y forma– y distribuirlos a una distancia simétrica a lo largo de la mesa, algo que propone la wedding planner Itziar Ortuondo. Ella, para dar una mayor cohesión y coherencia al conjunto, propone combinar la gama cromática de las flores con la del menaje, sobre todo, con las servilletas.
Menaje y otros adornos
Cuando las mesas en las bodas carecen de mantel, es importante prestar atención a otros elementos para que la composición no resulte demasiado sobria. Aunque las flores o los centros de mesa suelen ser los grandes protagonistas, el menaje u otros elementos también pueden ayudar a conseguir un efecto wow entre los invitados. La wedding planner Paloma Cruz, por ejemplo, propone presentar las servilletas anudadas de una forma especial, bajoplatos de mimbre y combinar tonos beis, blanco y ámbar para conseguir una gama cromática neutra pero elegante.
Menaje y otros adornos
Muy llamativa y elegante fue también la mesa de la boda de Paula, una de nuestras novias virales, que decidió prescindir del mantel y dar un gran protagonismo a las velas. Una composición sencilla y minimalista, apta solo para parejas con un gran sentido de la estética y la modernidad, que buscan algo completamente diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en decoración de bodas.
VER: Decorar una boda prescindiendo de las flores es posible, te explicamos cómo hacerlo
Menaje y otros adornos
Antes comentábamos que la mayoría de las mesas sin mantel son de color madera, pero también hay excepciones y diseños con tonalidades más oscuras o lacados en blanco. En este último caso, las posibilidades se multiplican y permiten crear composiciones diferentes y muy especiales. Esta mesa, obra de Weddings with love, es un claro ejemplo. Las wedding planners proponen elegir una vajilla blanca, con el filo dorado, que combina con los cubiertos. Para dar un toque de color, ellas apuestan por el azul que, además de estar presente en los vasos, lo está también en una especie de camino de mesa que recorre el espacio central del tablero. El adorno más especial, los sencillos centros de mesa con flores.