1/10 © Ana Vigar. Foto: Ana Encabo Photography

"La verdad que nunca me había imaginado vestida de novia, cuando empecé a mirar opciones no encontraba nada que tuviese claro que me gustase. Mi gran miedo era sentirme disfrazada ese día, creo que fue por lo que me decidí a diseñarlo desde cero". La que habla es Ana Vigar, una malagueña que se define a sí misma como una persona espontánea y que está el 90% del tiempo riéndose, y cuyo vestido sencillo y de corte minimalista, enamora a todo aquel que lo ve. 

2/10 © Ana Vigar. Foto: Ana Encabo Photography

La diseñadora Alejandra Svarc fue la encargada de confeccionar el vestido de Ana. "Conocí los vestidos de Alejandra por redes sociales y me encantó el estilo que tenía: sencillos, pero con un acabado y unos detalles muy especiales. A partir de ahí, empezamos a diseñar mi vestido y no puedo estar más contenta con el resultado".

3/10 © Ana Vigar. Foto: Ana Encabo Photography

La malagueña nos explica que fue a ver a Alejandra por primera vez en mayo, "le conté un poco la idea que tenía, acordamos en dos sesiones un diseño y me emplazó a septiembre, para la cita de toma de medidas. En esa cita fue cuando modificamos el diseño de la parte de arriba y Alejandra me hizo prometerle que no iba a volver a cambiar de idea (solo quedaban 4 meses para la boda…). Lo demás lo fuimos decidiendo sobre la marcha… Con mi padre decidimos el acabado del puño de las mangas y con mi madre diseñamos la capita. A ella le hacía mucha ilusión que llevase velo, pero yo no me veía, así que acordamos una solución intermedia para llevar un tul, y que a la vez se siguiese viendo la espalda del vestido".

4/10 © Ana Vigar. Foto: Ana Encabo Photography

El resultado fue una prenda caracterizada por dos cosas: por un lado, de la sencillez que buscaba Ana; por otro, de la magia de los detalles, capaces de hacer únicos y especiales las opciones más minimalistas. La novia nos explica que "estaba encantada con el resultado y comodísima. Lo único desmontable era la capita, que me la quité al llegar al cóctel, y los tacones que me cambié por unas Converse para poder bailar toda la noche".

5/10 © Ana Vigar. Foto: Ana Encabo Photography

Para su peinado Ana se decantó por una trenza, pero nos explica que no era su primera opción. "Siempre suelo ir con el pelo suelto, así que mi idea inicial era ir con un semirecogido sencillo, dejándome el pelo suelto por detrás. Pero, en una de las últimas pruebas, al ir viendo el vestido más acabado, lo empezamos a comentar y nos dimos cuenta de que no podíamos tapar la espalda, se perdía toda la gracia. Le mandé fotos del vestido a mi peluquera (con la que ya había tenido la prueba de peinado y todo…) y me prohibió quedarme con esa opción, así que fui a verla otra vez y optamos por una trenza, que además, me hizo sobre un semirecogido por si en algún momento quería quitármela". Un elegante peinado que culminó con una bonita corona de tonos burdeos y rojos que diseñó con ayuda de Conchita, de Bambary sombrerería.

6/10 © Ana Vigar. Foto: Ana Encabo Photography

En cuanto al ramo, "sabía los tonos que quería que tuviese, pero no pasaba de ahí… Se lo confié a Luisa, de las Flores de Reding, que tiene un gusto espectacular y acertó de pleno. Me encantó cuando me lo trajo por la mañana, había combinado burdeos, rojos y verdes y quedó genial, pero siendo sincera no sé ni qué flores llevaba, soy un desastre para esas cosas".

7/10 © Ana Vigar. Foto: Ana Encabo Photography

Después de más de cuatro años de noviazgo, Ana y Edu decidieron fijar la fecha de su enlace. Sería una boda de invierno, y la celebrarían en Málaga. "Nos casamos en mi ciudad favorita del mundo y ya casi también la de Edu. Desde pequeña he vivido aquí, hasta que me fui a la universidad y no concebía que fuese en otro sitio. La verdad que creo que ni lo hablamos, lo di por hecho. Además, nos facilitó la decisión de la fecha, ¡no en todos los sitios puedes casarte con buen tiempo un 21 de diciembre!".

8/10 © Ana Vigar. Foto: Ana Encabo Photography

Ana nos explica que desde el primer momento supo que no se iba a agobiar con la organización de la boda. Pero las dudas, la poca experiencia y la distancia –ellos no viven en Málaga– hicieron que, finalmente, contara con los servicios de las wedding planner de La boda de Nicoletta. Una boda bastante especial cuyas celebraciones, por la fecha del año, se alargaron más de lo previsto.

9/10 © Ana Vigar. Foto: Ana Encabo Photography

"Disfrutamos muchísimo juntos, Edu y yo, y con toda nuestra gente, que es lo importante. Fue un día precioso, muy emocionante para todos. Y no solo ese día sino todos los anteriores y los de después. Muchos amigos se vinieron a Málaga desde el jueves, organizamos el viernes un torneo de pádel, tuvimos preboda por la tarde, boda y, al día siguiente, fuimos todos a comer a la playa a disfrutar del día que hacía. Al ser Navidad y la mayoría de la gente estar de vacaciones, muchos de nuestros amigos y familia se quedaron más tiempo y pudimos seguir la fiesta unos días más. El 24 celebramos nochebuena en Madrid y el 25 por la mañana pusimos rumbo a Australia, para pasar el mejor mes de nuestra vida".

10/10 © Ana Vigar. Foto: Ana Encabo Photography

¿La anécdota más divertida? "Nos casamos el 21 de diciembre, el día antes de la lotería de Navidad y nuestro regalo a los invitados fue una participación de un décimo de lotería con nuestra fecha. La pena es que no tocó nada, aunque a nosotros ya nos había tocado el Gordo el día anterior".

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