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El estilo de Jennifer Aniston siempre ha sido el referente de la moda minimal por excelencia. Representa a esas mujeres que se dejan llevar por los diseños de líneas rectas y colores básicos, sin adornos recargados ni estampados, tanto en su vida diaria como en la alfombra roja. Su icónico peinado ha sido uno de los más envidiados por las mujeres de medio mundo y sus vestidos son una fuente de inspiración para aquellas que se sienten identificadas con el estilo sobrio de la inolvidable protagonista de Friends. Aunque de sus dos bodas apenas trascendieron detalles de sus vestidos de novia, sí que podemos hacer un repaso por las alfombras rojas que ha pisado a lo largo de toda su trayectoria profesional imaginando cómo sería tenerla de asesora a través de sus decisiones de estilo

Seleccionamos aquellos vestidos de invitada que se dejaron llevar por la delicadeza de los tonos neutros y que ahora podrían ser una guía para las nuevas novias.


Siluetas rectas y palabra de honor

Jennifer es una mujer que no supera los 1,65 centímetros de altura y, sin embargo, no le tiene miedo a esos vestidos largos que a veces pecan de acortar la silueta. Su truco es compensar las larguras a base de escotes como el palabra de honor. Prescindir de elementos decorativos como los tirantes y crear una línea recta sobre el escote da sensación de verticalidad, algo que favorece, en especial, a las mujeres más bajitas.

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Escote drapeado y abertura lateral

Drapear la zona del escote hasta la cintura es una de las fórmulas más recurrentes de los diseñadores para potenciar la silueta de la mujer. Grace Kelly o Diana de Gales han sido royals adeptas a este tipo de prendas, capaces de estilizar el cuerpo de la mujer con tan solo un cruce estratégico de drapeados o a base pliegues que se fruncen a la altura de la cintura o por debajo del pecho. Esta efectiva fórmula de estilo también se traslada al terreno nupcial, asegurando a las novias un vestido capaz realzar el busto y la cintura de forma sutil y elegante.

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Corpiños y bustiers

Es una de las tendencias estrella de la primavera. Los escotes corazón y los detalles lenceros viven su segunda juventud y se integran en los vestidos de novia sin miedo a resultar demasiado sensuales, ya que se contrarrestan con detalles románticos como bordados florales, tejidos de plumeti, lazadas de tul sobre los hombros o detalles de pedrería como los que luce Jennifer Aniston.

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Tonos maquillaje y siluetas fluidas

Si el blanco es el color minimal por excelencia, los tonos nude son su relevo natural. Favorecen prácticamente a todo tipo de pieles, son románticos y perfectos si se busca una alternativa al clásico look nupcial. La clave está en introducirlo en vestidos de texturas livianas como la seda, o crear asimetrías o drapeados para dar mayor sensación de movimiento al look.

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Vestidos mini para potenciar las piernas

Suelen estar asociados a las bodas civiles y a las celebraciones más desenfadas, aunque no siempre es así. Hay novias que incorporan a este tipo de diseños una sobrefalda asimétrica, larga por detrás, que permiten dejar las piernas al descubierto por la parte delantera, produciendo un efecto sorprendente que sienta especialmente bien a las mujeres que no superan el 1,65 centímetros de altura.

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Vestidos-pareo para mujeres con pocas curvas

Existe una tendencia que lleva varios meses robando el protagonismo a los clásicos de siempre y que tienen la particularidad de llevar un corte-pareo a la altura de la cintura que es capaz de transformar de forma mágica la silueta. Es el sencillo truco que utilizan las mujeres con pocas curvas para potenciar su silueta. Aunque Jennifer Aniston lo lleva en versión mini, también se pueden adaptar a los vestidos largos o midi. Si tu silueta es recta, delgada o con cintura y caderas poco marcadas, estos diseños juegan a tu favor.

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Las infinitas posiblidades del slip-dress

El mundo nupcial ha apostado fuerte por este tipo de diseños satinados. Ahora, su abanico de posibilidades se amplia con nuevas formas y colores. Como alternativas al clásico vestido lencero, encontramos los diseños de cuello halter cruzado o con escotes drapeados al más puro estilo años 90 como el que lleva la actriz estadounidense en esta imagen. Además, si quieres huir de los tonos neutros, siempre podrás apostar por la gama de los tonos pastel con un resultado igualmente inspirador.

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Sí a los vestidos de princesa, pero sin artificios

Jennifer Aniston ha pasado a la historia como un icono de los 90, gracias a su relevante papel de Rachel Green en la serie Friends. En esta década, los escotes palabra de honor estaban a la orden del día y la actriz sabe extrapolarlos a la alfombra roja actual de un modo muy personal. Aunque la silueta princesa pueda alejarse de los patrones más sencillos, la actriz sabe llevarlo a su lado más minimal prescindiendo de adornos, florituras, detalles y estampados, algo que también se podría extrapolar al terreno nupcial si no quieres renunciar a esta romántica silueta pero no quieres caer en su característico exceso.

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Tirantes asimétricos para espaldas prominentes o mujeres con mucho pecho

Para este tipo de casos, lo mejor es recurrir a diseños que compensen busto y hombros. Para ello, los tejidos compactos y las texturas deconstruidas serán tus grandes aliados. Esto se traduce en vestidos asimétricos que conseguirán reducir visualmente las zonas con más volumen. Si hay que elegir un modelo de temporada, nos quedamos con los de una sola manga, con tirantes cruzados en la parte delantera o con el siempre efectivo tirante sobre uno de los hombros como el que lleva Jennifer Aniston en esta imagen.

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Volúmenes estratégicos para mujeres con poco pecho

Las técnicas para potenciar la silueta son infinitas. Un sencillo slip-dress de escote en 'v' podría resultar poco favorecedor para mujeres que no tengan mucho pecho. Sin embargo, cambiando la fórmula y añadiendo algo de volumen en la zona del escote, ya sean drapeados o volantes, se puede conseguir un efecto totalmente distinto.

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