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Carolina de Mónaco cumple 67 años convertida en un auténtico icono de estilo internacional tanto para royals como para celebrities y otros tantos millones de mujeres en todo el mundo. A día de hoy, está más que claro que la Princesa ha heredado la elegancia y sofisticación de su madre, Grace Kelly, y se ha establecido como una de las royals más elegantes del mundo. A su vez, ha transmitido ese gusto por la moda a su hija Carlota, quien es embajadora de Chanel, firma que lleva décadas convirtiendo a Carolina en la mejor vestida de cada evento al que acude. Echamos la vista atrás para recordar los más impactantes que ha llevado a lo largo de los años. Plumas, transparencias, pedrería y muchas lentejuelas: ¿con cuál te quedas tú?

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Plumas y volúmenes

En mayo de 2004, la princesa monegasca asistió a la cena preboda de los actuales Reyes de España, cita en la que hizo gala de su característica elegancia con un vestidazo largo firmado por su gran amigo Karl Lagerfeld para Chanel, firma a la que sigue siendo fiel hoy en día. Concretamente, apostó por un llamativo diseño con cuerpo vaporoso de tul blanco decorado con plumas y falda negra con abertura y ligera cola que acaparó todas las miradas. Remató con pendientes XL y bolso de mano tipo sobre. 

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Tras los pasos de doña Letizia

En 2018, la princesa Carolina impactó con un vestidazo rojo asimétrico de Stella McCartney que ya había llevado antes la reina Letizia. Se trata de una fabulosa pieza con efecto capa a la que sumó guantes blancos, sandalias metalizadas y maxipendientes de pedrería. Detrás vemos a Beatrice Borromeo enfundada en un delicado diseño de Armani en tono champán con escote barco y mangas transparentes decoradas con pedrería. 

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Madrina impecable

En verano de 2015 la Princesa ejerció de perfecta y estilosísima madrina en la boda de su hijo, Pierre Casiraghi, con la aristócrata Beatrice Borromeo. Para la celebración del enlace religioso, optó por un fabuloso vestido de Chanel con tirante espagueti y silueta trapecio cuajado de lentejuelas que agregaba falda de tul adornada con plumas y mitones largos semitransparentes a juego. 

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El más original

Como no podía ser de otra manera, en 2017 asistió al tradicional Baile de la Rosa, y lo volvió a hacer del brazo de su inseparable Karl Lagerfeld, organizador del evento y encargado de firmar su look. En aquella ocasión estaba protagonizado por un llamativo vestido blanco y negro que agregaba voluminosos volantes de tul en las mangas y el bajo de la falda, un diseño que pasará a la historia por ser una elección muy diferente a todas las anteriores. 

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Lentejuelas y estrellas

En octubre de 2018 asistió a una gala en el casino de Mónaco enfundada en un impresionante y atemporal vestido de lentejuelas negro, un modelo de escote en 'V', manga larga, cuerpo entallado y falda con ligera cola decorado con una estrella en el pecho. Lo llevó con unos pendientes colgantes y, para aportar un toque de color, le sumó un bolsito de mano rojo. 

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Transparencias estratégicas

En octubre de 2019 asistió a una fiesta en el emblemático Casino de Mónaco con un vestidazo de alto impacto. Se trataba de una impresionante creación de Chanel, su firma de cabecera, perteneciente a la colección Alta Costura primavera-verano 2014. Contaba con cuello a la caja, manga corta, silueta recta y falda larga, y estaba realizado en un delicado tweed semitransparente con hilos metalizados bordado con miles de ligeras plumas blancas de efecto degradado que finalizan en una original cola. Completó con bolso de mano en tono crema, también de la casa francesa, y grandes joyas decoradas con perlas, entre las que destacaban unos pendientes colgantes que iluminaban su rostro.

 

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Bordados florales

En 1996 la princesa de Mónaco asistió a las celebraciones por el 50 cumpleaños por del rey Carlos Gustavo de Suecia, y lo hizo con un entallado diseño que realzaba su espectacular figura. Se trataba de una pieza de manga larga y escote barco en tono topo decorada con delicados bordados florales. A pesar de que no es muy dada a lucir tiaras, en aquella ocasión lució 2: la Cartier Pearl Drop (su preferida) coronando su recogido y la Diamond Fringe a modo de collar. 

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Tonos metalizados

En octubre de 2012 tuvo lugar la boda de Guillermo y Estefanía de Luxemburgo, en cuya cena previa Carolina deslumbró -literalmente- gracias a un vestido perteneciente a la colección otoño-invierno 2011/2012 de la línea de Alta Costura de Chanel. Se trataba de una pieza entallada de escote en 'V' cuajada de lentejuelas en tonos metalizados que conformaban un patrón geométrico al más puro estilo años 20, aunque, sin duda, lo más espectacular estaba en la espalda, que quedaba al descubierto. Completó con zapatos brillantes de Christian Louboutin, bolso de mano negro y, de nuevo, la tiara Cartier Pearl Drop, así como la Diamond Fringe al cuello. 

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Animal print

Aunque siempre ha sido más de tweed o lentejuelas que de estampados salvajes, Carolina no ha tenido miedo a innovar y adaptar este tipo de patrones incluso en looks de gala. Ejemplo de ello fue su elección para asistir a un evento benéfico en París en septiembre de 2007, un vestido de Chanel (¡cómo no!) confeccionado en un ligero tejido de leopardo que agregaba pequeños volantes en la falda. Lo acompañó de sandalias metalizadas y bolso de mano a juego. 

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Asimetrías

En 1980, la joven princesa asistía al Baile de la Rosa junto a su madre, Grace Kelly. A sus 23 años, ya dejaba claro que su estilo iba a dar mucho que hablar, y es que eligió un impecable vestido rosa de escote asimétrico y falda de volantes que agregaba lazada a la cintura para potenciar la silueta. 

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Toque de color

En 2008 acudió al Baile de la Rosa apostándolo todo al negro, su color estrella para las grandes ocasiones. Sin embargo, volvió a demostrar que no tiene por qué ser aburrido gracias a un vestidazo de Chanel de escote barco y mangas-capa confeccionado en un tejido transparente adornado con pequeñas lentejuelas y un fabuloso juego de volúmenes. 

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