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¿Para qué es útil un bozal?

La boca de un perro es una de las partes más importantes para él y también la que más problemas puede acarrear si no está bien adiestrado. Por la boca se comunica, el ladrido es importante y relevante para su socialización, pero en muchas ocasiones puede resultar excesivo si el perro mantiene un trauma o un hábito de ladrar de forma continua, lo que puede acabar por desesperar a los dueños y vecinos. Por otro lado, la principal característica que debe tener un bozal es evitar la mordida del can, están diseñados con ese objetivo claro, y se utiliza tanto para perros que tiendan a morder como para garantizar la seguridad de todos en transporte público o situaciones en las que los perros no suelen ser habituales.

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Beber, comer o respirar

Otra de las características que debemos tener en cuenta para que el bozal de nuestro perro no le resulte desagradable y desarrolle un rechazo completo a llevarlo es que el bozal por el que optemos no le evite respirar, en el caso de los perros lo más importante es la posición de jadeo: cuando tienen la boca abierta, la lengua algo fuera y realizan una ventilación que equilibra la temperatura corporal, para ellos es vital poder hacerlo, y algunos modelos de bozal lo evitan completamente. Por otro lado, no debemos privar a nuestro can de beber, que el bozal permita ser sumergido en agua y que la lengua tenga acceso a paladear para ingerirla es importante. Sin embargo, los bozales también tienen generalmente la función de evitar que el perro coma, para controlar que en los paseos no “aspire” cualquier resto de la acera.

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¿Cuándo se recomienda utilizar bozal?

Si tu perro no accede en transportín al metro o tren, se exige que lleve bozal, es una medida de control para que no existan conflictos con los canes y la normativa no permite excepciones. Por otro lado, si tu perro es catalogado como peligroso (no por la raza, sino por su comportamiento individual), también existe normativa y legislación que obligará al uso de este complemento. Si tu perro está viviendo una situación de estrés en la que deja de atender a las indicaciones y al adiestramiento recibido, tal vez puede verse motivado a morder y a defenderse de forma agresiva como parte de su instinto, y el bozal puede paliar esta situación. Los bozales están indicados para evitar que el perro muerda, y también para que no coma restos indeseables, sin embargo otros bozales están diseñados para forzar el paso del perro en el paseo, y que no tire de la correa, o para que no ladre, sin embargo estos últimos no son cómodos y no están recomendados.

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Cuándo no debemos ponerle bozal

Es muy importante que el perro no asocie el bozal a un castigo, por eso mismo no debemos ponérselo justo cuando haga algo sobre lo que le reprendemos, como forma de reprenderle o de generar un estímulo negativo a una acción. El bozal no debe ser un elemento de estrés para el animal, aunque claramente no se sentirá cómodo al 100% y preferirá no llevarlo, todo lo que hagamos para fomentar su molestia o para asociar el uso del bozal a una situación estresante o negativa, hará que su comportamiento sea peor y que a la larga incluso pueda ser una situación insostenible. Los bozales sirven para neutralizar situaciones estresantes, pero debemos tener el máximo cuidado de que ese estrés no comience poniéndole el propio bozal.

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Bozal de tubo

Se fabrican en tela o nylon, aunque también los hay de otros materiales, incluso de cuero. Se le llama ‘de tubo’ porque efectivamente tienen forma de cilindro. Son muy utilizados cuando lo que se pretende es evitar el ladrido, para viajes o para situaciones en las que el perro puede generar un conflicto con otros animales o en situaciones en las que el ladrido nos puede acarrear problemas. Este bozal se adapta completamente al hocico, le fuerza a mantener la boca cerrada y evita completamente que pueda emitir sonidos y, por supuesto, morder. Sin embargo, por todo ello se trata de un bozal incómodo e incluso que puede ser peligroso para el perro pues evitando abrir la boca le está privando del jadeo, es decir, de la respiración bucal que realizan los perros y que les ayuda a equilibrar la temperatura de su cuerpo, razón por la que este tipo de bozal está completamente contraindicado en épocas de calor y mucho menos dando un paseo o realizando ejercicio físico. La normativa de Barcelona, por ejemplo, prohíbe utilizar este bozal por el peligro que supone para la seguridad del can.

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Collar de hocico

A este tipo de bozal se le denomina comúnmente halti porque la primera marca que lo comercializó se llamaba así, sin embargo, como puedes ver: no es un bozal al uso, porque deja libre la boca. Realmente es un cinta que atrapa el hocico y que se diseñó con el objetivo de adiestrar al animal en no tirar de la correa, pues el arnés está directamente unido a este collar y durante el paseo fuerza al animal a ir a favor de nuestra trayectoria para evitar la molestia de girar la cabeza durante el camino. Sin embargo, no cumple con la función fundamental de un bozal, que es evitar morder. En este sentido es una solución demasiado permisiva aunque cuenta con todo lo bueno que un bozal generalmente no permite: la libertad de comer, beber y jadear. Sin embargo, para entornos en los que la normativa exige que el perro lleve bozal (como en ciertos transportes públicos) esta opción no se aconseja, pues realmente es una cinta de hocico.

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Bozal de cesta

Son los más clásicos aunque son rechazados por muchos dueños de canes porque su aspecto resulta más aparatoso y denota una parafernalia que da la imagen de que el perro es más agresivo de lo que tal vez es. Se trata de una estructura en forma de cesta que deja mucho espacio para el hocico del perro, con este tipo de bozal podrá abrir la boca perfectamente, ladrar (lo cual es una medida de comunicación básica e importante para él), jadear para regular su temperatura e incluso beber. Es un bozal especialmente diseñado para evitar permitirle morder, y para los perros es sin duda la opción más cómoda aunque pueda resultar la menos estética.

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Tipos de bozales de cesta

Habiendo encontrado ya que el modelo más cómodo para el perro es el de cesta, cabría preguntarnos por qué tipo optar. Existen modelos metálicos, lo más positivo de estos es que son bastante resistentes y se limpian fácilmente, sin embargo tienen dos inconvenientes importantes, por un lado pueden hacer daño al perro, la estructura metálica puede clavarse en un golpe o embestida, y por otro lado pueden calentarse cuando las temperaturas son elevadas y producir molestia o quemazón en el hocico del perro. Al otro extremo existen los bozales de cesta de cuero, y pese a que son mucho más estéticos, sus huecos para la respiración suelen ser más pequeños, lo que dificulta respirar, son más caros y se manchan más, teniendo una vida útil menor.

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Los bozales de cesta más recomendados

El plástico, la goma o el caucho son los materiales más confortables para la elaboración del bozal de cesta que podemos ponerle a nuestro perro. Además, resultan las opciones más económicas y muchos de sus diseños resultan bastante discretos y atractivos. El plástico, por ejemplo, es un material bastante resistente, que facilita su mantenimiento por mucho tiempo.

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