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No solo arañas

Infunden miedo y desde que somos niños son la imagen del peligro, sin embargo existen más de 100.000 tipos de arácnidos repartidos entre todas las especies y tipos, no solo arañas. Generalmente no son venenosas ni tejen tela, pero sí es cierto que su forma de actuar para cazar en ocasiones resulta algo sorprendente y voraz. Ten en cuenta que tan arácnido es el escorpión del desierto como los ácaros del polvo que tienes en tu colchón.

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Tarántulas

Las tarántulas tienen ocho ojos repartidos en cuatro pares, esto les facilita una visión extremadamente buena y completa, capaz de ver casi todos los ángulos. Utilizan la luz polarizada para comprender mejor las distancias y poder moverse de forma más eficaz y calcular la posición de su nido o del espacio que recorren. Contra lo que podrías imaginar, las tarántulas no tejen telas para dar caza a sus presas, caminan por el suelo o sobre la flora y pican con su veneno para dormir a su víctima y poder obrar sobre ella. Viven en madrigueras, bajo tierra, así cuando no están activas gozan de cierta seguridad. Aunque su veneno puede ser grave para muchos animales, en el caso de los humanos no llega a ser mortal.

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Arañas saltarinas

El movimiento de este arácnido es muy peculiar, con capaces de saltar entre 10 y 50 veces la longitud de su cuerpo, una auténtica proeza en el mundo animal. Saltar es su forma de atacar a sus presas pues este tipo de arácnido tampoco teje tela para desplazarse y tender una trampa, simplemente acechan a su presa y cuando la tienen a tiro se lanzan sobre ella realizando un prodigioso salto. Tienen cierto atractivo, parecen cangrejitos, por su tamaño se trata de uno de los arácnidos más grandes pero existen más de 6.000 especies distintas, por lo que cada araña saltarina es un mundo. Generalmente tienen las patas cortas, su movimiento no es excesivamente rápido y algunas tienen colores muy vistosos.

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Araña de tierra

Aunque pueda asustarte su apariencia de pequeña tarántula, lo cierto es que trata de un arácnido muy dócil con los humanos porque no produce veneno, así que estamos completamente a salvo de un posible ataque. Suele vivir en zonas secas o urbanas, de día se esconde debajo de la corteza de los árboles, piedras, objetos de los seres humanos o madrigueras sin uso, y sale al exterior cuando el sol ya no está presente. Busca artrópodos, se alimenta de grillos, cucarachas, otras arañas o polillas. Simplemente les acecha hasta poderse lanzar sobre ellos clavándoles sus quelíceros, es decir: sus “dientes”.

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Garrapatas

Las garrapatas pueden medir entre 3 y 8 milímetros, aunque existen muchas especies y algunas llegan a alcanzar 1 centímetro. Son arácnidos pero de la familia de los ectoparásitos, lo que quiere decir que desarrollan parte de su ciclo de vida en el exterior de otro organismo, no solo de mamíferos, también de aves, anfibios y reptiles. Se alimentan de la sangre de éstos una vez que se instalan en su piel. De las 900 especies distintas de garrapatas podemos encontrar hasta 37 en España y por lo general su forma de adherirse es simplemente esperar posadas en la vegetación, y es cuando el animal pasa rozando la planta que la garrapata salta por contacto directo, busca una zona adecuada de su anatomía para instalarse y pica para comenzar a alimentarse.

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Araña cangrejo

Encontramos a esta araña en Europa y América principalmente, mide entre 1 y 12 milímetros, no es grande pero sí tiene una complexión voluminosa. Es conocida por ser muy paciente en su forma de cazar, su objetivo son insectos por lo que no les tengas miedo. No tejen tela, simplemente se mueven alrededor de flores y plantas esperando su momento y cuando tienen una presa a tiro les inoculan su potentísimo veneno para dejarlas noqueadas y poder devorarlas vivas. Cuando hablamos de que las arañas controlan las poblaciones de los insectos nos referimos muy concretamente a éstas, que hacen una labor muy importante para acabar con parásitos de la flora, además de que también colaboran a transportan el polen cuando los insectos polinizadores escasean.

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Opiliones

Es una de las arañas más populares, las famosas “arañas de patas largas” (o arañas de viento). Sin embargo, siendo cierto que son arácnidos, es un error considerarlas “arañas”, pues forman parte de otro grupo de artrópodos. No tejen telas y solo tienen dos ojos (ocelos), están bastante sordas y ciegas, y el olfato tampoco lo tienen demasiado desarrollado, por lo que su único sentido útil para relacionarse con el medio es el tacto, que está presente en todas sus patas, actuando así como sensores. Si se ven en peligro y alguna de sus patas es apresada, este arácnido es capaz de auto-amputársela para escapar.

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Ácaros

Se cree que un simple colchón doméstico puede tener hasta 200.000 ácaros, lo cual no parece muy agradable de saber, pero peor es tener en cuenta que éstos son arácnidos. No es posible verlos a simple vista, pero no te preocupes: son completamente inofensivos, ni muerden ni son venenosos y tampoco transmiten enfermedades, aunque una cantidad elevada de estos puede intensificar las alergias respiratorias. Crecen en ambientes húmedos y se alimentan de restos orgánicos, en especial de la piel muerta, por eso les podremos encontrar en la ropa de cama, alfombras y moquetas, allá donde caigan las escamas de la exfoliación natural de nuestra piel será donde ellos tendrán de qué alimentarse y se podrán reproducir.

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Escorpiones

Son unos de los arácnidos más temidos, y no es para menos, sus pinzas de agarre delanteras son muy fuertes y una vez enganchadas a su presa ponen en funcionamiento el aguijón que tienen en su cola. Estos arácnidos ya existían hace 500 millones de años, viven generalmente en desiertos pero se han ido adaptando a todos los climas y continentes. La única zona de la tierra donde no encontramos escorpiones autóctonos es la Antártida, y eso hace que existan más de 2.500 especies en todo el planeta. Pese a su apariencia feroz y muy peligrosa, generalmente se alimentan de insectos y otros invertebrados. Pero su aguijón no es tanto para atacar sino para defenderse pues en ocasiones los escorpiones son la presa de animales mayores.

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