Así es el grifón de Bruselas, un perro fiel con una cara inconfundible
Es un can de origen belga al que no le gusta la soledad
Si estás pensando en sumar a tu familia un pequeño can, hoy queremos presentarte al grifón de Bruselas, una raza de perro que, como puedes intuir ya por su nombre, es de origen belga. Tal y como cuentan los expertos de Purina, fue “creada en el siglo XIX mediante el cruce de affenpinscher, carlinos y perros belgas de establo”. La razón es que los conductores de coches de caballos necesitaban un perro pequeño e inteligente que protegiera el coche y eliminara los roedores de los establos. Hoy en día, es un perro de compañía que llama la atención por la peculiar forma de su cara, descrita en ocasiones como “cara de mono” o incluso como “Ewok”, reconocible por su similitud con estos personales de la saga cinematográfica Star Wars. Destaca su nariz chata y el curioso pelaje en forma de barba.
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Sus rasgos
Sin duda, si ves en alguna ocasión un grifón de Bruselas, sin duda te quedarás con su cara. Y es que es este el rasgo más característico de este gracioso animal, similar en algunos aspectos al carlino -aunque con su característica barba-, pues son braquicéfalos, tienen la nariz chata. Pueden ser de tono rojizo, negro o negro y fuego. Y en general, los perros adultos miden entre 18 y 20 cm y pesan de 2 a 5 kg, sin apenas diferencias de tamaño entre machos y hembras.
Así son
Es un perro que podemos definir como inteligente, leal y muy curioso. Pueden ser algo tercos y con fuerte carácter, pero lo cierto es que con un buen adiestramiento, desde una edad temprana, se puede controlar este rasgo de su carácter. Suelen disfrutar estando al lado de su dueño, pues son muy fieles y cariñosos, por lo que has de tener en cuenta que no debes dejarle solo demasiado tiempo, pues pueden padecer la temida ansiedad por separación, ya que no le gusta nada la soledad y es feliz estando en contacto con los miembros de la familia. Si pasa mucho tiempo solo, puede incluso causar algún pequeño desbarajuste en casa. Le gusta estar rodeado de todas las personas que le quieren, incluso de los más pequeños, pero debes tener en cuenta que no soporta que le traten como un juguete. Y es un excelente compañero de las personas mayores, pues, como decíamos, odia la soledad, por lo que le encantará estar siempre junto a ellos. Destaca también por su carácter guardián, por lo que ten por cuenta que te alertará siempre de la presencia de desconocidos en casa.
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¿Tienen problemas de salud?
Influye la forma de su cara en algunos problemas que pueden llegar a tener en relación a su salud. Es relativamente plana, lo que hace que sean más propensos a padecer dificultades respiratorias y también a algunos problemas oculares. Al tener los ojos bastante saltones, pueden desarrollar úlceras, por lo que hay que estar atento, para evitar de esta forma daños más severos. Y hay que tener cuidado para intentar evitar que se les introduzcan pelos de su cara en los ojos. “Como ocurre con muchas razas pequeñas, puede padecer desplazamientos temporales de la rótula (luxaciones de rótula). Se conoce un trastorno medular hereditario relacionado con la raza, que conviene detectar antes de pensar en la reproducción”, detallan en Purina. Y ten en cuenta también que no lleva demasiado bien el calor.
¿Necesita actividad?
Lo cierto es que es una raza de perro bastante activa, muy vivaz, por lo que le gustará que le saques de paseo un par de veces diarias, al menos para hacer media hora de ejercicio. Sí que disfruta jugando con su dueño, tanto en juegos físicos como cuando le planteas retos de inteligencia para mantenerlo activo. En la calle es muy activo, pero lo cierto es que una vez que vuelves a casa, disfruta también de la tranquilidad, por lo que es una buena opción si vives en un piso, tanto por su carácter como por su tamaño. No es una mala alternativa si estás pensando en estrenarte con un perro, pues suelen aprender pronto, siempre que se les socialice y adiestre desde cachorros, eso sí, y son muy cariñosos y leales.
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Cómo asearle
Hay que tener en cuenta que el pelaje áspero es un poco más largo en las mejillas, la barbilla, la nariz y los ojos. “El cuidado del pelaje no es muy exhaustivo. Los mantos más ásperos y duros deben arrancarse manualmente tres veces al año, salvo el pelo de la cara, que se recortará con tijeras. Hay que peinar con frecuencia el pelo de la cara para retirar los restos de comida. Los perros de pelaje liso mudan mucho y será necesario pasarles un guante con mucha frecuencia para retirar el pelo muerto. En ambas variedades va bien limpiarles los pliegues con frecuencia”, añaden los expertos de Purina.