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Para encontrar el origen de esta raza de perro hay que viajar hasta Japón. El shiba inu es un can muy similar en apariencia al akita inu, aunque algo más pequeño y con un hocico más fino. Tiene el honor de ser considerada una de las razas más antiguas que podemos encontrarnos en el mundo. No es extraño que sea una de las más comunes en las casas del país asiático. Y es que aunque, poco a poco, han ido introduciéndose otras razas de perro como fieles compañeros en el país nipón, lo cierto es que podemos decir que, sin duda, el shiba sigue siendo el perro de compañía por excelencia allí. Te ayudamos a conocerle mejor si tienes cierta debilidad por los canes de origen japonés. 

 

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Su origen

Como anticipábamos, estamos ante una raza de perro de origen japonés y, de hecho, se sabe que se trata de una de las razas más antiguas del país nipón (se data en el siglo III a.C). Fue criado en un principio, como explican los expertos de Purina, para cazar y hacer salir a la caza menor en las montañas accidentadas y escarpadas de la zona, al igual que sucede con la mayoría de los perros japoneses. Se sabe, además, que esta raza estuvo a punto de desaparecer por completo en la Segunda Guerra Mundial, debido a los bombardeos, pero consiguió mantenerse finalmente en el tiempo. 

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Así son

Estamos ante un perro guardián y preparado en origen para la caza, lo que condiciona, sin duda, su carácter. Así, podemos decir que es un perro inteligente, pero también algo distante, reservado e independiente, y en ocasiones bastante independiente. En general, se llevan bien con otras mascotas y con los niños de la casa, siempre y cuando el animal sea respetado. Suele mostrarse cariñoso y leal con sus propietarios. Eso sí, hay veces en las que tiende a no hacer demasiado caso a las órdenes de sus dueños. Como suele ser habitual, si quieres conseguir que se relacione de forma satisfactoria con otros perros y con las personas, es fundamental realizar una socialización temprana, desde cachorro. De esta forma evitaremos posibles problemas. 

 

Además, podemos decir que es ágil, silencioso y muy discreto.  Lo cierto es que no es aconsejable para novatos, ya que requiere una muy buena socialización desde que son cachorros para que puedan adaptarse bien a la vida en familia y a la convivencia con otras especies. 

 

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Similar al zorro

En cuanto a sus rasgos físicos, es un perro no demasiado grande, de aspecto robusto y fuerte, que recuerda en ocasiones al zorro, con sus orejas picudas, su morro hacia fuera y sus colores anaranjados, pues su pelaje corto suele ser de tono rojizo o negro con manchas color fuego. Destaca su mirada, con sus ojos ligeramente almendrados.

Desde Purina apuntan a que un rasgo característico de la raza es el llamado grito shiba. ¿De qué se trata? Es una vocalización muy aguda que emite cuando está emocionado o agitado.

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Cuidados y aseo

Podemos decir que se trata de una de las razas más parecidas al gato por su carácter extremadamente independiente y por su higiene, ya que les gusta mantenerse limpios lamiendo su cuerpo, un rasgo común en los felinos pero no en los perros. "El shiba inu es una raza muy limpia; tanto que, de hecho, se acicala el pelo él mismo, como los gatos. Sin embargo, hay que cepillarle el pelo una vez a la semana y, cuando el pelo mude... te darás cuenta de lo tupido que es el manto inferior", cuentan desde Purina.

 

Además, podemos decir que se trata de un perro con bastante buena salud. Eso sí, al igual que sucede en otras razas, puede sufrir problemas oculares hereditarios, por lo que deben hacerse pruebas oculares rutinarias a los perros de cría. Un dato curioso: el perro más longevo del mundo, con 26 años era un Shiba Inu que vivía en Japón.

 

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¿Necesita ejercicio?

Son animales que necesitan alrededor de una hora de ejercicio diario. "Por su fuerte instinto de caza, hay que asegurarse que acuda bien a la llamada antes de dejarlo suelto. Además, solo debe hacer ejercicio en lugares seguros y cercados", matizan en Purina. Podemos decir que se adapta con facilidad a la vida urbana mientras que en el campo se transforma en un buen deportista.

Por eso, es buena idea pasear con él al menos 2 o 3 veces diarias en tiempos de entre 20 y 30 minutos. Ayudarás con estas caminatas a que desarrolle su musculatura y alivie el posible estrés.

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