Pipper, el perro «influencer», lleva cerca de tres años recorriendo España para descubrir los destinos que mejor acogen a quienes viajan en compañía de su mascota, una aventura que siguen más de 100.000 personas en sus redes sociales (pipperontour.com). Estas son las recomendaciones que nos sugiere este año para los que van en compañía de su más fiel amigo.
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1. ANTEQUERA, MÁLAGA
La ciudad malagueña se acaba de convertir en destino pet friendly. Decenas de comercios lucen ya el sello del Ayuntamiento antequerano, que da la bienvenida a clientes con mascota, por lo que ya es posible degustar una buena porra de Antequera (similar al salmorejo) o un bienmesabe (el dulce típico local) en una selección de buenos restaurantes. Pero ahí no acaba la cosa, los visitantes con perros educados pueden entrar en la Alcazaba y en el Museo Municipal (con joyas como el Efebo de Antequera, una de las más bellas esculturas romanas encontrada en Hispania, y cuadros de diversas épocas). Además, es visita obligada El Torcal, el impresionante paraje natural formado por rocas de caprichosas formas declarado Patrimonio Mundial y por el que los perros pueden moverse siempre atados.
2. PARQUE NACIONAL DE AIGÜESTORTES I ESTANY DE SANT MAURICI, LLEIDA
Es uno de los nueve parques nacionales españoles que admite la visita de turistas con mascota y, como en todos ellos, los perros deben caminar atados y sin salir de los senderos marcados. Este espacio natural que tiene al agua como protagonista se localiza en el espectacular entorno de los Pirineos. En su parte oriental despuntan Els Encantats, dos sorprendentes picos montañosos que se elevan sobre el embalse de Sant Maurici y constituyen la imagen más reconocida del parque, si bien hay más de 20 rutas por las que adentrarse en el corazón de Aigüestortes y perderse entre ríos, cascadas, imponentes bosques y los más de 200 lagos diseminados por sus entrañas.
Una ruta en coche del Parque Nacional de Aigüestortes al valle de Boí
3. CASTILLO ENCANTADO DE TRIGUEROS DEL VALLE, VALLADOLID
A 20 minutos por carretera de la ciudad de Valladolid, este castillo abrió sus puertas en 2019 gracias a la imaginación del artista Juan Villa, conocido por sus creaciones para el programa de televisión Cuarto Milenio. En la actualidad acoge un museo que adentra al visitante en un mundo irreal de criaturas mágicas inspiradas en la literatura, la mitología, el cine y la ciencia ficción. Sus criaturas transportan irremediablemente a otros mundos, y evocan series y películas tan conocidas como Harry Potter, Juego de Tronos, La Historia Interminable, Narnia… Las luces y la música ambientan este espacio sobrenatural en el que los perros pueden entrar con sus dueños sin pagar ningún suplemento por ellos.
4. AÍNSA, HUESCA
Parece que el tiempo se hubiera detenido en este pequeño y bonito pueblo oscense situado en un importante cruce de caminos del Pirineo, en la confluencia de los ríos Cinca y Ara y rodeado de un entorno natural privilegiado. Al final de sus callejuelas empedradas se divisa el castillo, en cuyo interior se ubica el Ecomuseo de la Fauna Pirenaica. Las mascotas son bienvenidas en este espacio, dedicado a los ecosistemas de los Pirineos y en especial a las aves, entre las que hay, sin duda, una especie protagonista y muy significativa de la fauna ibérica: el imponente quebrantahuesos. Es un museo ideal para recorrer en familia y, por supuesto, con perro. Otro de los motivos por los que no hay que perderse Aínsa es su cercanía al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, que también admite la entrada con perro atado.
5. ALBA DE TORMES, SALAMANCA
Desde octubre de 2019, la localidad salmantina de Alba de Tormes es dog friendly. Monumentos, restaurantes y alojamientos también están abiertos a turistas con mascota, que pueden disfrutar de un municipio marcado por la nobleza y la santidad: aquí murió y fue enterrada Santa Teresa de Jesús, y aquí creció el foco de poder de la gran Casa de Alba. Si te acercas por aquí con tu mejor amigo, tienes que subir al mirador de la Torre del Homenaje, el único resto que se conserva de la fastuosa fortaleza palaciega mandada construir en el siglo XVI por el Gran Duque de Alba, Don Fernando Álvarez de Toledo. La torre conserva frescos renacentistas de Cristóbal Passin y Miguel Ruíz de Carvajal. Muy interesante también es el Museo de la Alfarería, dentro en la iglesia de Santiago (ejemplo del románico mudéjar de la zona).
6. PARQUE ARQUEOLÓGICO DE SEGÓBRIGA, CUENCA
A escasos 20 minutos en coche de la capital conquense se extiende el Parque Arqueológico de Segóbriga, que fuera uno de los núcleos urbanos más importantes de la Hispania romana. Más de 20 siglos después, en este lugar se puede pasear por los imponentes restos del teatro, la muralla, las termas, el foro, el anfiteatro... Los perros no pueden entrar en el museo, pero sí acceder al resto del parque.
7. TRUJILLO, CÁCERES
Trujillo ha dado sus primeros pasos para una nueva conquista: la de los turistas con mascota. La alcazaba de la ciudad y algunos restaurantes y alojamientos ya admiten mascotas. La villa, cuna del conquistador del Perú, Francisco Pizarro, invita a pasear por sus calles, contemplar sus palacetes y recorrer sus plazuelas empedradas. Es obligado sentarse en alguna de las terrazas de la plaza Mayor y admirar cada uno de sus detalles arquitectónicos y la vida que tiene este espacio en Turgalium. Todo ello es un auténtico museo al aire libre. Cabe destacar que hay tres empresas turísticas que organizan visitas guiadas dog friendly por Trujillo, incluida una ruta de Juego de Tronos, la mítica serie televisiva que eligió la ciudad para rodar algunas de sus escenas.
8. PLAYAS DE SOMO, CANTABRIA
En el municipio de Ribamontán al Mar y en la bahía de Santander, Somo tiene una de las mejores playas para perros de España: El Puntal. Este enorme arenal, de más de 4 kilómetros de longitud, dispone de una enorme zona destinada exclusivamente a los canes, en la parte sur, junto al muelle de Somo, y en la que los perros pueden corretear sueltos, sin restricción de horarios o fechas. Apenas tiene oleaje gracias a su ubicación, en el estuario del río Miera. Eso sí, como ocurre en muchas playas del norte, hay que acudir con la marea baja, pues de lo contrario el mar engulle casi todo el arenal y no quedará espacio para disfrutarla. En el municipio cántabro está, además, la famosa playa de Somo (en la imagen), tan visitada por los amantes del surf por sus grandes olas y a la que, en verano, podemos ir con nuestro perro entre las 8 de la tarde y las 9 de la mañana.
9. PADDLE SURF EN LLANES, ASTURIAS
Las tranquilas aguas de la ría de Barro, en Llanes, son el lugar perfecto para practicar paddle surf en compañía de tu perro. Aguas cristalinas con reflejos de color turquesa con poca profundidad y presididas por la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores. El entorno es de lo más inspirador y se presta para que cualquiera se suba a la tabla, incluso con perros no iniciados en esta actividad. Para los más valientes, la Escuela Asturiana de Surf (escuelaasturianadesurf.com) ofrece la posibilidad de practicar esta disciplina junto a tu peludo en el mar en una excursión que se adentra en las cuevas que salpican la costa. Si te quedas con ganas de más, te recomendamos el descenso del río Sella en canoa. En Arriondas hay varias empresas que organizan esta actividad y casi todas admiten mascotas.
10. RUTA DE LOS DINOSAURIOS, LA RIOJA
Al sur de la provincia de La Rioja, encontramos los yacimientos de huellas de dinosaurios (ignitas), todos ellos al aire libre y desperdigados por los campos del entorno de Enciso, por lo que se permite la visita con perros. Es sorprendente que estas enormes huellas quedaran grabadas sobre el terreno para siempre, y aún hoy, después de cientos de miles de años, puedan apreciarse. El yacimiento de Valdecevillo es uno de los primeros que se descubrieron y conserva 168 huellas de tres tipos de dinosaurios. El paisaje se ha recreado con 5 imponentes reproducciones a tamaño real de estos animales ya extinguidos, lo que hace más atractiva la visita, sobre todo para los niños.
11. PARQUE MINERO DE RIOTINTO, HUELVA
Este parque es uno de los lugares más sorprendentes que podrás conocer junto a tu mascota (se puede recorrer entero a excepción del museo minero). A través de visitas guiadas, puedes adentrarte en una antigua mina atravesando una galería de 200 metros. Pero el plato fuerte es el viaje de una hora que se hace en un ferrocarril del siglo XIX a lo largo del río Tinto. Las aguas rojizas de este paisaje marciano atraviesan minas abandonadas y parajes que más bien parecen sacados de una película de marcianos. El tren para unos minutos y los pasajeros pueden bajar al cauce del río y retratarse frente a las rojizas aguas. El trayecto de vuelta se hace por la misma vía. Ya de regreso, en el pueblo hay varios restaurantes con terraza que permiten a los perros estar junto a los comensales.
12. AUTOCINE DE MADRID RACE, MADRID
Los perros también pueden acompañarte a ver tu peli de estreno favorita en pantalla gigante. ¿Dónde? En el Autocine Madrid Race, en el distrito de Fuencarral-El Pardo, y en los meses de verano, también en el gran autocine del Circuito del Jarama, en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes. Casi todas las noches tienes la oportunidad de acudir al estreno de películas en una súper pantalla de 250 metros cuadrados. Si los perros son educados, pueden estar tanto dentro como fuera del coche atados. El Autocine Madrid Race dispone de conexión de audio a tu automóvil a través de la frecuencia de radio, un restaurante dentro del recinto, al que puedes pedir los platos sin bajarte del vehículo y con entrega directa en la ventanilla, y food trucks.
Pero en la ciudad de Madrid también hay numerosos restaurantes y espacios expositivos donde se puede entrar con perro, como la Fundación Canal, La Fresh Gallery o Échale Guindas, entre otras. Y ten en cuenta que Metro de Madrid admite viajeros de cuatro patas, que deben ir atados y siempre en el último vagón (salvo en hora punta).