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Tener una mascota en casa, como un gato, tiene múltiples beneficios. Estos animales, al igual que los perros, nos dan cariño, nos hacen compañía, nos hacen reír y pasar momentos inolvidables y nos llenan de paz. Pero también de preocupaciones, porque como seres vivos, también se ponen enfermos. El problema es que no siempre sabemos si nuestro animal de compañía  se encuentra bien o, por el contrario, está enfermo. Y es que nuestros peludos no hablan y no pueden decirnos lo que sienten, pero sí nos pueden lanzar señales que podemos interpretar. 

"Debemos acudir al veterinario si apreciamos que nuestra mascota está más decaída de lo habitual, se mueve menos, su pelaje tiene peor aspecto, está más delgado o come menos de lo habitual. Estos síntomas son sutiles y a menudo pueden hacernos cometer el error de esperar para ir al veterinario aún cuando pueden indicar problemas graves", nos alerta la veterinaria Carmen Vico Santana, de Anicura Hospital Veterinario Velázquez. 

La especialista nos advierte de que los gatos, a menudo, son animales poco expresivos que tienden a enmascarar sus síntomas, por ello, recomienda que si piensas que tu gato no actúa con normalidad no hay que esperar a que aparezcan síntomas más graves, hay que contactar con el veterinario y evitar que evolucione a algo más grave.

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Cómo monitorizar el comportamiento de nuestra mascota 

La forma más útil y asequible para todos es la observación y el conocimiento de nuestro 'compañero peludo'. Pero también nos podemos apoyar en la tecnología. Por ejemplo, existen dispositivos inteligentes que son capaces de monitorizar su comportamiento y los patrones de actividad, al igual que nuestras pulsera o relojes que se sincronizan con el smartphone. Estos aparatos son especialmente útiles si pasamos mucho tiempo fuera de casa.  

Según señala Federica Burgio, responsable científica de la Unidad de animales de compañía de MSD Animal Health "aunque nos gustaría, no podemos estar con nuestras mascotas las 24 horas del día, los 7 días de la semana". Con este objetivo se desarrolló Animo®, un dispositivo diseñado, por el momento, para perros, y para ofrecerles a las familias la opción de sentirse más cerca de sus perros, no sólo para conocer su actividad y comportamiento cuando no están cerca, sino también para detectar cambios a lo largo del tiempo que pudieran indicar cambios en su salud y bienestar. Existen en el mercado otros monitores de actividad diseñados para perros y gatos. 

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Atenta a estas patologías

Existen enfermedades más comunes en los gatos jóvenes cómo por ejemplo el complejo respiratorio felino, producido por varios virus y bacterias diferentes que pueden producir desde rinitis o conjuntivitis hasta neumonías graves. Por otro lado hay enfermedades que vemos con más frecuencia en pacientes geriátricos, cómo pueden ser la insuficiencia renal, en la que los riñones pierden la capacidad de filtrar los deshechos sanguíneos, o enfermedades que afectan al metabolismo, cómo el hipertiroidismo y la diabetes.

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Controla su peso corporal

Las variaciones en su peso corporal son síntomas de que algo le está pasando. "Si nuestra mascota come con normalidad y aún así pierde peso significa que algo no va bien. Sin embargo si come menos es lógico que pierda peso, habrá que valorar si ha perdido apetito por un problema de salud o hemos realizado algún cambio en su alimentación, ya que los gatos son animales muy obstinados que pueden pasar días sin comer si no les gusta lo que les ofrecemos", señala la especialista Carmen Vico. 

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Observa si come como siempre o deja de hacerlo

Otro de los síntomas de que nuestra mascota no se encuentra bien es su falta de apetito. Como nos cuenta la especialista en veterinaria, cuando nuestro gato está enfermo, "en muchos casos veremos que dejan de comer o comen menos. Pero el hecho de que el gato coma no excluye la posibilidad de que padezca alguna enfermedad, ya que existen patologías que cursan con otros síntomas pero mantienen el apetito". Por ello, advierte Carmen Vico, hay que observar el comportamiento general de nuestro gato y su aspecto físico. No podemos pensar que si come es que no le pasa nada. 

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La postura puede ser un reflejo de dolor

La postura puede orientarnos, también, para saber el estado de salud de nuestra mascota. Por ejemplo, si un gato realiza movimientos con dificultad o va arqueado puede indicar que tiene dolor. Pero también puede darnos pistas que no quiera cambiar de postura y se mantenga acurrucado apartado varias horas. Esto puede indicar que tiene dolor o malestar, por lo que debemos comentarlo a nuestro veterinario y no ignorar esta señal. 

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Fíjate en sus ojos, nos hablan de su salud

No todo el mundo que tiene gatos sabe que el aspecto de sus ojos también puede indicarnos si se encuentra bien o si está enfermo. Como nos explica la veterinaria, "el tercer párpado es una fina membrana que protege el globo ocular". No es frecuente que la veamos, pero si miramos a nuestro gato y vemos que esta membrana cubre parte del ojo y que este está cerrado,  hay que llevarlo al veterinario puesto que, como nos aclara Carmen Vico, "si el tercer párpado está desplegado significa que nuestra mascota está enferma, tiene malestar o aturdimiento por alguna razón". 

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Si tose a menudo, ve al veterinario 

La tos puede indicar que existe algo en las vías aéreas del gato, desde alimento, a masas o inflamación.

Si ocurre antes de un vomito o en un momento puntual de atragantamiento, no. Pero si tose varias veces al día sí debemos contactar con nuestro veterinario. 

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