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Si hay un gato famoso por su gran belleza física, ese es el gato persa, una raza de gato que se caracteriza por su abundante pelaje y sedoso pelaje. Es uno de los felinos domésticos más antiguos, y si su físico es una de las cualidades por la que este gato es uno de los más solicitados, su carácter tampoco deja indiferente, puesto que el gato persa es cariñoso, dócil y tan casero que hasta puede parecer un perro. 

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Origen 

Se trata de una de las razas de gato más antiguas pero, aunque su nombre nos puede hacer pensar que procede de la vieja Persia (ahora Irán), lo cierto es que su origen es mucho más cercano. El gato de persa que conocemos procede de un cruce entre un gato de Persia con un angora turco, un cruce que se empezó a popularizar en el siglo XIX en Italia. La reina Victoria de Inglaterra, sin embargo, fue la que contribuyó a expandir esta raza. Ella misma estaba enamorada de su gata White Heather, una mascota de la que no se separaba nunca y con la que convivió muchos años. 

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Características

El gato persa es un felino de tamaño medio, aunque los machos pueden llegar a pesar hasta 5 kg. El peso de las hembras suele estar ligeramente por debajo, en torno a los 3 kg. 

Su pelo es largo y muy suave y de varios colores: blanco, gris, crema, negro, azulado, chocolate, marrón, o atrigrado, entre otros.

Tiene tendencia a perder pelo y sus necesidades de aseo son altas. 

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Personalidad

El carácter del gato persa es muy mimoso y con poca tendencia a escaparse, por lo que es un animal muy adecuado para familias. Además, es tranquilo y muy dócil y suele llevarse bien con los niños. Es bastante perezoso, con lo que no te extrañe que pase la mayor parte del tiempo tumbado al calor del sol o de un radiador. 

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Salud 

Existen algunas enfermedades hereditarias que son comunes en esta raza de gato. Por un lado, son más propensos a sufrir enfermedades renales. Por otro, por la morfología de su rostro (cara aplanada) pueden sufrir problemas respiratorios, como algunas razas de perro. 

También hay que cuidar especialmente sus ojos, ya que son propensos al lagrimeo que puede secarse en su pelo y provocar una infección. 

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Alimentación 

Hay que cuidar especialmente su dieta e intentar evitar que coma en exceso, puesto que es un gato con gran tendencia a engordar y a la obesidad debido a que realiza poco ejercicio. Lo ideal es que consultes con el veterinario sobre qué tipo de alimentación es la más adecuada. En tu tienda de mascotas, además, podrás encontrar piensos y comida húmeda para esta raza en concreto. 

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Cuidados 

Debido a las características del pelo del gato persa, es un animal que necesita más cuidados que otro felino. Por ejemplo, hay que cepillarle frecuentemente el pelo y se aconseja que su alimentación sea rica en omega 3 y 6, para fortalecer su cabello. 

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