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Si pensamos en una raza de perro grande nos viene a la cabeza un mastín, por ejemplo, uno de los perros con más envergadura. Sin embargo, los hay que le superan. Y no es el gran danés, otra raza enorme. Estamos hablando en este caso del lobero irlandés, una raza muy desconocida, al menos en nuestro país, pero muy querida en otros lugares, como en su país natal, donde este 'gigante' peludo trabaja para alejar a los lobos del ganado. 

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Características físicas 

Como decíamos, el lobero irlandés es una de las razas de perro más grandes. Su tamaño impresiona. El macho, por ejemplo, mide 79 cm a la cruz, una altura muy similar a la de un pony. Las hembras, por su parte, son ligeramente más pequeñas, unos 71 cm a la cruz.

En cuanto al peso, oscila entre los 55 kg en el macho y las hembras pueden pesar unos 40 kg. 

El pelaje es corto, áspero y puede haber loberos de distintos colores: grises, atigrado, negro, gris, color trigo o, incluso, blanco. 

Pese a su gran tamaño, el porte de este animal es muy elegante, esbelto, puede recordar, incluso, al caminar de los galgos. 

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Origen del lobero 

Pese a que no se conoce el origen exacto de este animal, sí se sabe que es una de las razas más antiguas que existen. Se piensa que la raza ya existía en el 600 a. C, y que convivía con las tribus celtas que luchaban con estos perros a su lado. También existen escritos en los que Julio César hacía referencia a esta raza de perro, que participaba en las batallas y atacaba al enemigo. 

Con el tiempo, el lobero o lebrel irlandés se destino a ayudar al hombre a proteger tierras y ganado de otros animales depredadores, en especial, del lobo, de ahí su nombre. 

Sin embargo, el lobero irlandés es hoy, por lo habitual, un animal de compañía, que disfruta del juego y del cariño de su familia y que protege, con mucho amor, a los más pequeños de la casa. 

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Carácter del lebrel irlandés 

Pese a su gran tamaño y a la fama de perro feroz que le precede por su papel de guardián, el lobero irlandés cariñoso, dócil y muy leal. De hecho, es un animal que necesita estar con su familia, a la que defenderá siempre que sea necesario. Es un buen perro para convivir con niños y resulta excelente como perro terapia para personas mayores o pacientes que sufran patologías como la depresión, debido a que es un perro muy equilibrado y fácil de adiestrar. 

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Salud de esta raza de perro 

Esta es una raza de perro que no destaca, precisamente, por su buena salud, por lo que es un animal que requiere muchos cuidados. Y es que debido a su gran tamaño, puede sufrir muchos problemas de articulaciones. De hecho, es frecuente que padezca displasia de cadera o problemas de codo. También tiene una mayor predisposición a sufrir un tipo de cáncer de huesos agresivo. También tienen más probabilidades de sufrir problemas de corazón. De ahí que sea una raza de perro que exige muchos cuidados. Pese a estos, su esperanza de vida es más corta que la de otros perros. Por lo general, no suele vivir más de 12 años. 

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Alimentación del lobero irlandés 

Debido a su gran tamaño, este perro necesita una alimentación muy cuidada. En general, los expertos en nutrición animal y los veterinarios, suelen aconsejar pienso seco, siguiendo las recomendaciones indicadas en cuanto a cantidades. 

Por otro lado, es importante que los cuencos para beber o alimentarse no estén en el suelo, sino que se utilicen comederos especiales para graduarlos en altura y evitar que nuestra mascota tenga que agacharse demasiado, puesto que este movimiento podría provocarle un problema de salud muy grave, la torsión estomacal. 

También es conveniente evitar el ejercicio o el esfuerzo físico tras la comida. 

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