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Una pelea entre perros puede acabar mal si no se interviene a tiempo. Una buena educación y socialización puede evitar que se produzcan. Si observamos que nuestro perro es agresivo o se comporta de forma extraña con otros animales, debemos consultar con un veterinario, grabarle, describir las situaciones en las que su conducta es más arisca y hablar con un especialista en adiestramiento o comportamiento animal para poner una solución. No solo evitará peleas, también mejorará nuestra vida y nuestra relación con la mascota. 

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