El mejor look de los British Fashion Awards no estuvo en la alfombra roja

¿Qué mejor oportunidad que una gala de premios que celebra la moda en mayúsculas para lucir un estilismo inolvidable? Eso debió de pensar Kaia Gerber en la última edición de los British Fashion Awards, que tuvo lugar anoche en Londres. Acostumbrada a idear looks que sirven de inspiración incluso a su madre, la supermodelo Cindy Crawford, Kaia Gerber presentó uno de los premios de la noche con una combinación que apuesta por el riesgo y la personalidad propia a partes iguales. Y es que la modelo, a sus 18 años, ya es consciente de las fórmulas que le funcionan tanto de día como de noche y en cualquier estación del año, como era el caso del minivestido y, ahora, del eterno crop top, una de las prendas fetiche de la maniquí.

Aunque no es novedad que las celebrities también reciclan sus piezas más versátiles, pocas lo hacen con tanta sofisticación como Kaia Gerber. Un conjunto de la firma Loewe de dos piezas conformado por un top satinado en negro de estilo bralette con incrustaciones de perlas, y una maxifalda de encaje blanco con transparencias y cierto aire arquitéctonico fue la apuesta de la modelo para demostrar que el riesgo también tiene cabida en su armario. El estilismo, que la maniquí completó con un clutch joya y las botas Turner, todo de Jimmy Choo, es un guiño al poder de reinvención de su prenda comodín para sus looks de diario, el crop top en negro. Una particular forma de aúnar carácter juvenil y elegancia.

Convertida en todo un icono de la estética effortless chic por sus infalibles atuendos que transmiten siempre cierta nostalgia de los 90 sumada a la novedad de las últimas tendencias, Kaia Gerber demuestra con creces que no hace falta llevarse uno de los premios más importantes del mundo de la moda -estaba nominada a Mejor Modelo, galardón que finalmente se llevó la sudanesa Adut Akech- para coronarte como la ganadora de la noche en estilo.