Visto en Nueva York: el look de festival que ha conquistado a Irina Shayk y Kendall Jenner

Es uno de los uniformes festivaleros por excelencia ya que combina la comodidad con la funcionalidad. El aprobado general se lo dieron Stella Maxwell o Georgia Fowler en la última edición de Coachella, pero posiblemente sea Glastonbury (con sus lluvias inglesas) el lugar que lo hizo internacional. Sin embargo, el favorecedor dúo de minivestido y botas altas no ha quedado solo relegado a los conciertos al aire libre; también en la ciudad el look tiene salida. Si las expertas del street style como Xenia Adonts apostaban por esta combinación para la jungla urbana, dos de las modelos más reconocidas del sector, Irina Shayk y Kendall Jenner, también se han sumado a la fórmula. Lo que solo puede significar una cosa, estamos ante una nueva tendencia. Carolina Herrera, Miu Miu o Isabel Marant son solo algunas firmas que se han atrevido a desafiar el armario de verano dejando que las botas altas nos acompañen también esta nueva temporada. 

Este calzado es, de por sí, un arma de doble filo cuando se introduce en un estilismo. Con las botas de caña alta que quedan por debajo de la rodilla, se corre el riesgo de que la figura quede más acortada, razón por la que ambas tops han escogido como acompañante un minivestido, una manera de que la falda no eclipse las piernas y, por tanto, la figura siga pareciendo estilizada. Con un vestido estampado o incluso con uno más sofisticado, la mezcla funciona por sí sola. Irina Shayk, que se encuentra en una fase estilística atípica -de un tiempo a esta parte, su relación con el armario parece haber cambiado-, combinó los zapatos con un básico, un little black dess.

Para pasar el día en el parque con la pequeña Lea de Seine, el diseño liso de cuello redondeado iba acompañado de una trench coat de Burberry (1.936 euros) en verde militar, un tipo de estética que apasiona a la rusa, y unas gafas de sol de Celine negras. Ante la combinación de tonos neutros, fueron sus botas de agua, un modelo de Chanel en color beis con la punta negra, las que actualizaron el look con la tendencia de la logomanía ya que llevaban el nombre de la firma en la caña.

O bien con prendas lisas, para apostar por la elegancia del minimalismo, o bien en el extremo contrario, con prendas estampadas, combinar un largo mini con botas altas es un truco que nunca falla. Kendall Jenner, mucho más atrevida estilísticamente hablando que su compañera de profesión, optó por la otra versión de la fórmula durante su último paseo por Nueva York. Conociendo el idilio que han vivido la mayoría de sus hermanas con el animal print, raro era que la modelo no se sumara en algún momento, lo que hizo al escoger un vestido moteado.

Su vestido de Reformation de tirantes espagueti y estampado de leopardo (157,38 euros) se coordinaba a la perfección con las botas altas de Stuart Weitzman The Milla 60 Boot. Y es que el modelo de caña alta y tacón de 6 cm (703 euros) le daba al vestido el toque roquero ideal para no pasar desapercibida en las calles de la Gran Manzana. Haciendo su look más sobrecargado, más camp, llegó incluso a añadirle bolso grafiti de Louis Vuitton (1.352 euros), un modelo con el logo pintado sobre la piel imitando el arte urbano. El toque final lo pusieron las gafas de Carolina Lemke, diseñadas por su hermana Kim en color negro (97 euros).