5 datos que seguramente no conocías sobre los tacones altos

Qué significa 'stiletto', cuánto cuesta el más caro del mundo y otras curiosidades que encierra la historia del zapato más deseado

Por Amaia León

"Los zapatos transforman tu cuerpo, tu lenguaje y tu actitud. Te elevan física y emocionalmente". Estas palabras pertenecen a un experto en zapatos, en general, y en tacones altos (muy, muy altos), en particular: Christian Louboutin. El zapatero de la suela roja resume en dos frases el sentimiento que una infinidad de mujeres han experimentado a lo largo de los siglos, el poder de unos zapatos de tacón. Sin embargo, no fueron ellas las responsables de la fama de los tacones, sino los hombres quienes extendieron su uso. Y este es solo uno de los datos curiosos que encierra la historia del accesorio más deseado y que sorprenderán incluso a las más fieles amantes de los stilettos.

1. Fueron los hombres quienes popularizaron los tacones

La historia de los zapatos de tacón es, en realidad, milenaria: las pinturas del Antiguo Egipto ya muestran hombres y mujeres sobre suelas elevadas. Miles de años después, hacia el siglo X, los tacones se utilizarían para montar a caballo porque facilitaban la sujeción sobre el animal, convirtiéndose en un calzado exclusivamente masculino. Así se mantuvo hasta 1533, cuando Catalina de Medici se casó con el futuro rey Enrique II de Francia y lo hizo sobre tacones. Esa boda extendió que las nobles parisinas quisieran llevar zapatos de tacón, cada vez más altos. Cuando Louis XIV llega al trono, para disimular su baja estatura, adopta los tacones rojos de hasta 10 centímetros de altura como calzado exclusivo de su corte, recuperándolos como calzado preferido de los hombres, además de símbolo distintivo de la nobleza. Los tacones mantienen este estatus hasta comienzos del siglo XIX, cuando Napoleón se hace con el poder y elimina los tacones en pro de la igualdad social.

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2. Las primeras plataformas femeninas fueron españolas

Se llamaban ‘chapines’, se extendieron a partir del siglo XV y eran unos zapatos realmente incómodos: no tenían talón, el pie quedaba suelto y la plataforma de corcho, cuyo único punto de apoyo estaba en la parte delantera del pie, podía superar los 20 centímetros. Andar con los chapines era muy complicado, por lo que se convirtieron también en exclusivos de la clase alta: solo las mujeres que no tenían que caminar o trabajar podían permitirse llevarlos.

 

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3. El letal nombre del ‘stilleto’

Además de relacionados al estatus económico, los tacones siempre estuvieron muy vinculados a la política. Incluso sufrieron prohibiciones como una ley de Massachusetts que, en el siglo XVII, dictaba que “toda mujer que tras darse a conocer esta Ley seduzca o engañe con fines matrimoniales a cualquier súbdito masculino de Su Majestad mediante el uso de tacos altos” sería castigada como una bruja. Ya en el siglo XX, a medida que los vestidos comenzaban a acortarse, los zapatos se fueron ganando la atención de los diseñadores de moda. Así nació, en los años 50, el stiletto tal y como hoy podemos conocerlo, una creación cuya autoría sigue hoy disputada entre Salvatore Ferragamo y Roger Vivier. Fue el zapatero francés quien, en 1953, completó la colección de Christian Dior con este calzado cuyo nombre designa, en italiano, a un tipo de daga afilada.

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4. Pueden llegar a costar 13 millones de euros.

El top 10 de los zapatos de tacón más caros del mundo arranca con las merceditas de color rubí que Dorothy llevó en El mago de Oz ocupando el décimo puesto. Uno de los pares de este modelo –existen al menos actualmente- fue vendido en mayo de 2011 por más de 500.000€ (concretamente $612.000). Casualmente, el segundo zapato más caro de la historia es una recreación de esos slippers rojos que el joyero Harry Winston diseñó para celebrar el 50 aniversario de la película. Los zapatos joya de Winston están recubiertos de piedras preciosas que les otorgan un valor de 3 millones de dólares.

 

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El resto de diseños de esta lista de zapatos extremadamente exclusivos responden al mismo nombre, Stuart Weitzman, con una importante excepción: el número uno. Hace solo unos días, la diseñadora Debbie Wingham presentaba los tacones más caros del mundo, un par de sandalias recubiertas de oro y con diamantes azules y rosas. El precio de estos zapatos, creados por encargo como un regalo de cumpleaños para un cliente anónimo, asciende a nada más y nada menos que 15,1 millones de dólares, casi 13 millones de la moneda europea.

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5. Tienen un poder científicamente probado

Que elevan un look sencillo es algo fácilmente comprobable: añade unos stilettos o unos botines de tacón a un dúo tan básico como jeans y blusa blanca oversized, y el resultado dará un giro de 180º. Pero estilo (y centímetros de altura) no es lo único que suman los tacones; también tienen efectos psicológicos y sociales, como han constatado diversos estudios. Por ejemplo, una investigación de la Universidad de Bretaña concluyó que las mujeres que llevaban zapatos de tacón recibían más cooperación, atención y ayuda que aquellas que no los llevaban, consiguiendo así sus objetivos más fácilmente. Por otro lado, un análisis publicado en BMC Public Health, síntesis de varios estudios anteriores, afirmó que llevar tacones altos mejora la vida psicosexual de sus portadoras, eso sí, en detrimento de su salud. Parece entonces que Louboutin tenía razón, no solo en la declaración que abre este artículo, sino con otra de sus frases más famosas, esa que reza que "los tacones altos son un placer doloroso”.

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