El 'no-tatuaje' de Taylor Swift que ha enloquecido a sus fans

Durante el último año, Taylor Swift ha protagonizado una evolución de estilo que ha reflejado a la perfección al subirse a los escenarios que ha pisado con motivo del Reputation Tour -la exitosa gira con la que se está recorriendo prácticamente todo el planeta- y que ahora podría haber culminado en la visita de la artista a un centro de tatuajes. Centrada más que nunca en su carrera musical y evitando ocupar titulares por su vida privada, esta renovada Taylor puso el contador de 'seguidos' de Instagram a 0 y desactivó los comentarios de sus publicaciones para que nadie pudiera escribir en ellas. Sin embargo, a pesar de estos cambios, continúa siendo una de las personas más seguidas del mundo en esta aplicación y acaba de revolucionarla gracias a una imagen que, curiosamente ni siquiera ha compartido ella.

Ha sido el tatuador Jon Boy, conocido por su trabajo para celebrities como Kendall Jenner o Bella Hadid, el que ha comenzado el debate al publicar una fotografía en la que se ve a una joven rubia de espaldas mostrando en su cuello una fina rosa con espinas sobre una piel irritada que demuestra que está recién trabajada. Pese a que no se ve el rostro de la mujer, en la publicación está etiquetada Taylor Swift, lo que ha hecho saltar todas las alarmas: ¿de verdad se ha tatuado la cantante?

 

 

 

 

 

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Una publicación compartida de c/s ∴jon✞boy∴ p/v (@jonboytattoo) el 20 Dic, 2018 a las 11:43 PST

Actualmente no resulta nada impactante que alguien se haga un tatuaje, de hecho, es algo de lo más normal, pero en la cantante sí que sería sorprendente, puesto que en varias ocasiones ha mostrado su recelo acerca de marcar su piel para siempre, alegando que no cree que pueda comprometerse de forma permanente con un mismo dibujo. Por este motivo, sus fans se han mostrado totalmente revolucionados y han dejado numerosos comentarios en la publicación, desde "¿Taylor, eres tú?" hasta "¡No puede ser!". Sin embargo, los más audaces han ido más allá y han deducido que no se trata de la intérprete de Bad Blood, puesto que ella no se encontraba en Nueva York (ciudad en la que se localiza la imagen) en ese momento. Alegan, además, que ella es rubia natural y no tiene las raíces tan oscuras como la misteriosa chica del moño. ¿Tendrán razón los seguidores de la estadounidense? ¿Por qué la etiqueta, entonces? Parece que tendremos que esperar a que alguno de los implicados se pronuncie al respecto.