6 errores de maquillaje que puedes estar cometiendo cada día

Usar máscara 'waterproof' a diario, abusar de la base... Y otros gestos que arruinan tu look sin que lo sepas

Por Inés de la Fuente

Maquillarse es un arte, pero también un hábito que comparten el 67% de las españolas. Según explica la Psicología de la imagen, este ritual que hacemos cada mañana no solo nos ayuda a sentirnos y vernos mejor, sino que también transmite mucho de nuestra personalidad a los demás. Por ejemplo, existe un estudio de la Universidad de Stirling (Escocia) que concluyó que aunque la mayoría de los participantes, independientemente de su sexo, creen que efectivamente un rostro maquillado es más bonito, esta conclusión tiene diferentes connotaciones para hombres y mujeres: mientras que para los primeros es un símbolo de poder, ellas lo interpretan como un signo de dominancia.

La firma Yves Rocher elaboró un estudio que demostró que lo que todas buscamos cuando nos maquillamos, principalmente, es un acabado sencillo y natural, el mismo look que Alba Galocha llevó en la alfombra roja de los Premios Goya). Si bien es cierto que cada una tiene su propia manera de maquillarse, los maquilladores apuntan a seis errores muy comunes que a menudo nos alejan de ese objetivo. No nos referimos a ciertos fallos con el contouring, strobing o demás tendencias de maquillaje complejas popularizadas por las Kardashian y otras estrellas, sino a esos productos básicos que usamos prácticamente a diario. 

1. No preparar la piel antes

Puede que creas que con la base de maquillaje podrás disimular todas las pequeñas imperfecciones. Aunque es cierto que ayuda, este producto quedará muchísimo mejor en tu piel si la preparas adecuadamente antes, y eso es algo en lo que coinciden todos los expertos. Porque maquillarse no es, o no debería ser, sinónimo de enmascarar el rostro, sino de embellecerlo a la vez que atenuas pequeños defectos. Para eso, es muy recomendable limpiar bien la piel e hidratarla en profundidad antes de comenzar con nuestro ritual de maquillaje y conseguir que luzca de la mejor manera posible. Y sí, eso también incluye la exfoliación una o dos veces por semana.

2. Usar máscara de pestañas waterproof todos los días

La máscara de pestañas es uno de los productos más usados. De hecho, forma parte del neceser de 9 de cada 10 españolas, según una encuesta elaborada por Birchbox. Las fórmulas resistentes al agua son muy recomendables para llevarlas en jornadas largas y en las que haya peligro de soltar alguna que otra lágrima (una boda, por ejemplo). Tienen la particularidad de ser especialmente agresivas (sus polímeros son más resistentes) y complicadas de desmaquillar, por lo que no es raro que al intentarlo, causemos la caída de alguna que otra pestaña. Eso sin olvidarnos de estiraremos la piel en exceso y provocaremos la aparición prematura de arrugas. En su lugar, en tu día a día opta por fórmulas más suaves.

3. Confundir iluminador y corrector

Aunque si bien es cierto que se complementan el uno al otro, a diferencia de lo que a veces se piensa, tienen funciones totalmente diferentes. Mientras que el corrector sirve para camuflar pequeñas imperfecciones como ojeras o granitos, el iluminador sirve para dar toques de luz a las zonas del rostro que lo necesitan, como las cuencas de los ojos, arco de la ceja, o la nariz. Además, también puedes usarlo en el lagrimal para abrir la mirada. De esta manera, si aplicas el corrector como iluminador, lo único que estarás consiguiendo es recargar el maquillaje y por lo tanto, echarte años encima. 

4. Aplicar demasiada base de maquillaje (o usar un tono que no nos corresponde)

Es frecuente pensar que cuanta más base pongamos, más bonita nos quedará la piel. Un error con el que solo conseguiremos el tan temido efecto máscara. Además, otro fallo frecuente es pensar que usando una base más oscura que nuestro tono de piel conseguiremos vernos más bronceadas, y con eso solo conseguiremos sumarnos unos cuantos años encima. Si quieres presumir de buen tono de piel durante todo el año, una buena idea es recurrir a los polvos de sol, que tal y como nos demuestra Sara Carbonero, pueden usarse perfectamente durante todo el año. ¿El modo de aplicación?  En la parte alta de la frente pero sin llegar a las sienes,  bajo los pómulos (lo extenderemos desde fuera hacia dentro) y en la parte inferior de la mandíbula.

5. No tener en cuenta la forma de nuestros ojos al hacer el delineado

Hay un delineado perfecto para cada tipo de ojo y debemos tenerlo muy en cuenta. No todos valen para todas las miradas. Así, si tienes los ojos caídos, lo mejor es que equilibres la mirada y hagas un pequeño rabillo al final para levantarla. Para los ojos demasiado juntos, un buen truco es delinear la mirada de manera más amplia incidiendo en la parte exterior de cada ojo. Si los tienes muy separados, no es recomendable optar por un cat-eye, ya que los separará ópticamente todavía más.

Además, según los maquilladores, si tenemos los ojos pequeños no deberíamos maquillarnos la línea inferior de las pestañas de negro ya que los empequeñecerá todavía más, y hará parecer la mirada más cansada. Sin olvidarnos de que tampoco deberíamos dejar demasiado espacio entre el eyeliner y las pestañas, el resultado sería algo artificial.

6. Desestimar el poder del lápiz de cejas

De ellas se dice que son el marco del rostro y pueden hacer verdaderas maravillas por nuestra apariencia. Es importante que esten bien definidas, y para ello lo mejor es elegir un lápiz adecuado (nunca debemos usar uno demasiado oscuro, endurecería los rasgos) y rellenar pequeños huequecitos para darles forma. 

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