Sofía Palazuelo ha vuelto a demostrar por qué es uno de los referentes indiscutibles de la elegancia española. La duquesa de Huéscar asistió al exclusivo evento Women Who Move, organizado por su amiga Sassa de Osma para Philippa 1970, un encuentro íntimo que reunió a mujeres destacadas de la moda, el arte, la cultura y la gastronomía en el elegante hotel Santo Mauro en Madrid. Para la ocasión, Sofía apostó por un vestido bohemio burdeos de la firma de la princesa de Hannover, reafirmando la sintonía estilística y personal entre ambas.
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Un look bohemio perfecto para el invierno
El protagonismo de la velada recayó inevitablemente en el vestido Arati (270 euros) de Philippa 1970, una de las piezas más especiales de la colección. Se trata de un diseño largo, ligero y fluido, dominado por un cálido tono burdeos y un delicado estampado floral que potencia su esencia bohemia. Las mangas largas ligeramente abullonadas, el cuello fruncido con un pequeño volante y el corte entallado a la cintura rematan un look que favorece especialmente a la figura estilizada de Sofía. Una elección elegante, discreta y absolutamente en sintonía con el alma de la marca.
Botas negras, joyas mínimas y naturalidad absoluta
En coherencia con su estilo habitual, la duquesa complementó el vestido con unas botas negras de tacón cómodo, perfectas para restar formalidad y aportar un toque práctico sin renunciar a la sofisticación. Optó por unos pendientes de aro, un maquillaje muy natural y su inconfundible media melena ligeramente peinada hacia un lado. Todo ello reforzó ese equilibrio entre estilo boho, elegancia clásica y una estética relajada que tanto caracteriza a Sofía Palazuelo.
Sassa de Osma, anfitriona del encuentro, también ejerció de embajadora de su firma con un abrigo de inspiración étnica, un vestido burdeos en armonía cromática con el look de Sofía y unas botas negras. Un tándem estilístico impecable.
Una agenda imparable: de Nueva York al Palacio de Liria
La aparición de Sofía llega tras unas semanas especialmente activas. A finales de octubre, asistió con Fernando Fitz-James Stuart a la gala anual de la Hispanic Society en Nueva York, donde deslumbró con un vestido negro de Jan Taminiau con detalles en rojo. Pocos días antes, los duques de Huéscar habían ejercido de anfitriones en el Palacio de Liria, donde celebraron una cena homenaje al perfumista Alberto Morillas dentro del lanzamiento de su firma FITZ-JAMES STUART (F-JS), un proyecto personal que reivindica el legado cultural de la Casa de Alba a través de la perfumería de autor.
Su presencia en los Premios de la Academia del Perfume en octubre, apenas semanas después del nacimiento de su tercer hijo, confirmó que la pareja continúa consolidando su marca en el sector y reforzando su papel como nuevos impulsores culturales.