Hay noches en las que París recupera ese brillo que aparece cuando la alta sociedad se reúne para celebrar la inminente llegada de la Navidad. La ciudad atraviesa una de sus épocas más animadas del año: cenas, presentaciones, galas y eventos que convierten cada jornada en una pasarela improvisada. En este contexto, la velada organizada por Roger Vivier y MyTheresa se convirtió en uno de los encuentros más comentados de la semana. Entre las asistentes —amigas, empresarias y rostros habituales del panorama social— destacaban figuras como Tatiana de Nicolay y Alex Rivière. Y en medio de ese ambiente sofisticado, Inés de Cominges llegó como una princesa.
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La aristócrata, fiel a su estilo clásico y contemporáneo a partes iguales, apareció con un look que parecía sacado de un cuento de hadas moderno: una falda rosa de aire principesco de firma española y un collar XL de perlas que daba el toque tendencia del momento.
La falda de princesa (de firma española) que define el look
La pieza central del estilismo de Inés fue la falda Dolly en rosa, de Redondo Brand, una de sus firmas españolas de cabecera. El diseño —rebajado por Black Friday a 149 euros— es uno de los más icónicos de la casa: un tejido de tul con flores en relieve, enteramente forrado para evitar transparencias, canesú hasta la cadera y un volante ligeramente fruncido que aporta movimiento y ligereza. Su largo midi y la cremallera invisible en la espalda la convierten en una prenda tan especial como versátil, incluso con la posibilidad de ajustar el bajo para personalizar la caída.
Para equilibrar el volumen de la falda, Inés optó por una chaqueta fina de punto gris, una elección que “desformaliza” la prenda y consigue ese mix perfecto entre elegancia y naturalidad que tanto la define.
Accesorios de impacto: los zapatos y el bolso que cierran el relato
En materia de accesorios, la aristócrata apostó por dos piezas icónicas de la Maison anfitriona: • Los zapatos de tacón Rose de Roger Vivier en raso negro, con su característica rosa esculpida y tacón forrado, una oda a la feminidad clásica reinterpretada desde 1965. En cuanto al bolso, Inés eligió el Pochette Rose, también en raso, con un cierre que imita un pequeño ramo y un plisado artesanal que añade textura y sofisticación.
Las joyas y el 'beauty look': elegancia natural
Para completar el look, Inés escogió pendientes de Joyería Suarez, fiel a su relación cercana con la firma y a su inclinación por piezas que mezclan discreción y brillo. El collar XL de perlas, tendencia absoluta esta temporada, añade el toque contemporáneo que equilibra el conjunto y evita que resulte excesivamente clásico.
En el apartado beauty, mantuvo su sello personal: maquillaje natural, piel luminosa, cejas definidas y labios nude. El pelo, recogido en un moño pulido con raya al medio, enfatizaba la elegancia atemporal del conjunto. Uñas naturales, otro gesto minimalista que ahora mismo es tendencia.
Madrid en temporada alta: un nuevo capítulo para Inés
El evento llega apenas unas semanas después de verla en otra cita clave del otoño madrileño: la presentación de las nuevas colecciones de Suarez, donde Inés sorprendió con un vestido vino de Redondo Brand y un beauty look de aire gothic glam que dio mucho que hablar. Madrid vive estos meses una efervescencia social única, y ella se ha convertido en una de sus presencias más habituales.
El momento dulce de una aristócrata entre París y Madrid
Discreta, elegante y sin estridencias, Inés de Cominges atraviesa un momento personal pleno junto a su marido, François du Chastel, con quien comparte vida entre Madrid y París y el proyecto empresarial Chatelles, su firma de calzado. Su estilo combina como pocos el charme francés —ese je ne sais quoi natural— con la tradición y sofisticación españolas.