Todo surgió en una reunión familiar. Leticia preguntó por la colección de bolsos que su abuela fue atesorando a lo largo de su vida y empezaron a hacer memoria. Algunos fueron regalos de su marido, otros los compró ella misma, pero todos tenían algo en común: eran especiales y estaban realizados en pieles nobles, como la del cocodrilo. Ese fue el punto de partida para que Leticia Vázquez y Belén Pérez-Torres, primas y socias, crearan la primera colección de Phialebel; una firma artesanal de bolsos que ya ha enamorado a la actriz de Hollywood Jenna Coleman, a la influencer nórdica Nina Sandbech o a las españolas Inés de Cominges, Blanca Miró o Eugenia López Fonta, entre otras.
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"Para nosotras los bolsos tienen un significado muy especial, son el legado de nuestra abuela, lo que era ella en sí, como mujer, la transmisora de los valores de la familia, las costumbres, la unión, el que nos sintiésemos todos felices, los detalles de tener siempre algo especial para cada uno de nosotros y al mismo tiempo su propia independencia, sus propias ideas", nos cuentan. Detrás de la elección del nombre también hay historia. Aunque suene a francés, en realidad Phialebel redondea ese homenaje a las mujeres de su familia. Phia viene de Sofía, la hija de Belén; Le, de Leticia; y Bel, de Belén. Y da sentido a su mundo creativo y a un sector en el que aterrizaron un poco por casualidad, pero en el que no han tardado en hacerse hueco.
Parte de su éxito podría estar en que todas sus propuestas están marcadas de un aire vintage que se ve en las formas, pero se adapta a lo contemporáneo gracias a las combinaciones de materiales y colores. O en el mimo y el cuidado que ponen en la realización de cada pieza, siempre artesanal, siempre made in Spain. O en haber aunado, en este proyecto, sus pasiones y sus trayectorias profesionales. Y es que, aunque Leticia sí se formó en moda (estudió en Parsons, en Nueva York, y trabajó varios años allí y en Shanghái en firmas como Christian Dior y Chanel), para Belén el mundo del arte, el diseño y la moda era simplemente algo que le fascinaba (tuvo que seguir con la tradición familiar de estudiar derecho y máster en economía). Pero hay más: su historia acaba de empezar.
Bolsos 'made in Spain' en un mundo lleno de prisas
¿Qué valores o lecciones, más allá de la moda, os transmitió vuestra abuela que hoy se reflejan en la filosofía de Phialebel?
El respeto y admiración hacia todo nuestro entorno. En primer lugar, hacia uno mismo, ser fiel a las ideas, a los valores. Si los transmitimos directamente a Phialebel serían la elección consciente de las pieles y los materiales que utilizamos, respeto hacia el trabajo de los artesanos que elaboran nuestros bolsos, admiración por la artesanía, la calidad y la experiencia de grandes profesionales que tenemos en España. Procuramos no hacer prácticas para nuestra marca que sean contrarias a nuestros ideales.
Os posicionáis como una firma slow fashion. ¿Qué significa para vosotras esta filosofía en un mercado dominado por el fast fashion?
Para nosotras significa cuidar cada detalle del proceso: trabajar con talleres locales, mantener vivas las tradiciones de la artesanía española y producir de manera consciente, en pequeñas cantidades y con materiales nobles. Es una forma de hacer moda que respeta tanto a quienes la crean como a quienes la disfrutan.
¿Cuáles son los mayores retos de trabajar bajo este modelo?
Los principales retos son de tipo económico: trabajar con materiales sostenibles suele implicar un mayor coste, la mano de obra ética conlleva salarios justos y la producción a pequeña escala no permite abaratar tanto como las grandes cadenas. Además, los ciclos de diseño, producción y distribución son más lentos porque cada pieza requiere un cuidado especial. Aun así, creemos firmemente que el valor añadido de esta calidad y de este compromiso compensa con creces. Más que un obstáculo, lo entendemos como una seña de identidad que nos diferencia y nos hace sentir orgullosas de lo que hacemos.
Otro reto importante es la comunicación: debemos invertir en explicar que nuestros bolsos son piezas hechas a mano, creadas con conciencia en cada etapa del proceso. Transmitir ese valor al cliente final es esencial para que entienda todo lo que hay detrás de un Phialebel.
"El bolso debe acompañar y equilibrar el estilo de cada mujer"
En varias ocasiones habéis hablado de la mujer Phialabel, ¿pero cómo es ver a esas mujeres reales por la calle con vuestros bolsos?
Es un reconocimiento a nuestro trabajo, a nuestros diseños, a alguien que valora los objetos bien hechos, con historia, sostenibles, mujer de gran personalidad, sofisticada, sin miedo a combinar lo clásico con lo moderno, sin necesidad de ir etiquetada. Además de clientas anónimas que confían en nosotras temporada tras temporada, también grandes referentes internacionales y nacionales han llevado Phialebel, como es la actriz Jenna Coleman, Whitney Port de la serie The Hills, Nina Sandbech o, en España, Inés de Cominges, Eugenia Lopéz Fonta, Blanca Miró. Esa diversidad nos inspira a seguir creando.
Cómo cuidar (y elegir) bien un bolso
Si una persona solo pudiera comprar un bolso de alta calidad, ¿qué características (tamaño, color, material) debería buscar para asegurarse de que sea una pieza versátil y atemporal?
Lo ideal es un bolso de tamaño mediano, que resulte práctico para el día a día, pero también elegante para ocasiones más especiales. Los colores neutros —como negro, camel o burdeos— son la mejor elección para garantizar versatilidad. Y, por supuesto, el material debe ser piel noble de gran calidad, con buenos acabados y herrajes cuidados, porque son esos detalles los que aseguran que la pieza se mantenga impecable con el paso del tiempo.
Todas tenemos EL bolso. Un diseño que nos encanta y llevamos muchísimo. ¿Pensáis que siempre debe ser atemporal o no necesariamente?
Hay dos tipos de bolsos: aquellos que son fondo de armario, atemporales y versátiles, y los que consideramos auténticas joyas pensadas para ocasiones especiales. Un bolso de fiesta, un clutch o una pieza más icónica puede transformar un look en un evento, aunque no se use todos los días. Para nosotras, lo ideal es tener ambos: los clásicos que siempre acompañan y esas piezas especiales que se convierten en recuerdos inolvidables y reflejan tu personalidad y estilo.
¿Qué recomendaciones dais para elegir un bolso que complemente la figura? Por ejemplo, ¿un bolso grande para una persona de baja estatura o uno pequeño para alguien de complexión más grande?
El bolso debe acompañar y equilibrar el estilo de cada mujer. Más que reglas estrictas, se trata de encontrar la pieza con la que una se siente favorecida y auténtica. A veces será un bolso pequeño y delicado, otras una pieza más grande y con presencia. Lo importante es que no reste, sino que sume: que complemente la silueta, potencie el look y refleje la personalidad de quien lo lleva.
¿Qué bolso, o qué estilo, sugerís para una mujer que necesita una pieza que funcione tanto en un ambiente de trabajo formal como para un evento social al salir de la oficina?
Nuestro bolso Olympia mediano es la elección perfecta. Su tamaño permite llevar lo imprescindible para la jornada laboral y al mismo tiempo, gracias a las distintas combinaciones de piel y texturas en las que lo ofrecemos, se transforma en una pieza sofisticada que se adapta con naturalidad a un evento social o a una cena después del trabajo. Es un bolso versátil, elegante y atemporal, pensado para acompañar a la mujer en todos sus momentos.
"De nada sirve un bolso precioso si resulta incómodo, ni un bolso práctico si no emociona llevarlo"
A menudo nos centramos en el color, pero ¿qué otros aspectos (la textura de la piel, los herrajes o los detalles) son clave para que combine con diferentes estilos de ropa?
La silueta es fundamental. Diseños limpios y atemporales permiten que un bolso se adapte a estilos muy distintos, desde lo más clásico hasta lo más moderno. Además del color, los acabados artesanales, las costuras y la calidad de los materiales son clave. Son esos detalles los que hacen que un bolso pueda combinar con un vaquero durante el día y con un vestido de noche sin perder coherencia.
Para el uso diario, ¿qué es más importante: la funcionalidad (compartimentos, peso) o el diseño? ¿Cómo conseguís el equilibrio?
Ambos son igual de importantes. De nada sirve un bolso precioso si resulta incómodo, ni un bolso práctico si no emociona al llevarlo. Por eso diseñamos siempre pensando en la funcionalidad, peso ligero y proporciones equilibradas, pero sin renunciar a la estética y al diseño con detalle.
¿Cuáles son los cuatro consejos de oro para el cuidado diario de un bolso de piel?
Nuestros cuatro consejos clave son:
- Guardar el bolso en su dust bag para protegerlo del polvo y la luz.
- Rellenarlo con papel de seda para que conserve la forma.
- Hidratar la piel periódicamente con un producto específico, para que se mantenga suave y luminosa.
- Evitar el contacto con maquillaje, colonias o productos químicos y objetos que puedan erosionar.
Cuando no se usa, ¿cómo se debe guardar un bolso de piel para que mantenga su forma y se conserve bien a lo largo del tiempo? ¿Recomendáis algún producto o técnica específica?
Cuando no se usa, lo ideal es colocarlo en posición vertical en un lugar seco y sin humedad, evitando apilar peso encima. Así se mantiene como nuevo durante muchos años. Mantenerlo hidratado con crema y usar un limpiador especial para piel y nunca colgar un bolso de una percha para que no se deforme