El Jardín de las Tullerías se ha convertido en el escenario escogido por Dior para presentar una de las colecciones más esperadas de esta edición de Paris Fashion Week. Por primera vez, las creaciones femeninas para la maison han corrido a cargo de Jonathan Anderson, el nuevo director creativo de la firma, que asumió el cargo a mediados de año tras más de una década en Loewe.
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El desfile ha contado con un gran número de invitados conocidos, desde actores como Johnny Depp o Charlize Theron, pasando por artistas como Rosalía, hasta aristócratas como Alejandra de Hannover o Victoria Federica. Previsto para las 14:30, finalmente los asistentes han tenido que esperar meda hora para que diese comienzo dentro de la gran estructura que alojaba en su interior la pasarela.
A oscuras, primero ha dado comienzo una proyección en una gran pantalla con forma de prisma invertido, que lanzaba una pregunta al público: "¿Quién soy?", mientras se sucedían imágenes de archivo de la firma, mostrando algunos desfiles icónicos que han recorrido brevemente su historia, desde los comienzos a finales de los 40, pasando por la era de John Galliano, hasta ahora. Después, se ha hecho la luz, revelando una impoluta pasarela.
El primer look, un vestido corto de escote palabra de honor en blanco, confirmaba la pista que el propio Anderson nos había dado unos días antes: los lazos han estado muy presentes, adornando la mayor parte de estas creaciones, ya sea sobre el cuello de camisas, a través de detalles tridimensionales o con forma de tul y especialmente exagerada, culminando delicados vestidos de aires lenceros.
Durante el desfile ha sonado el poema She Walks in Beauty, del británico George Gordon Byron. Una famosa obra del siglo XIX que el escritor dedicó a Lady Anne Beatrix Wilmot, como una oda a la belleza serena y equilibrada que esta le transmitía. "Ella camina en belleza, como la noche...", comienza. Y parece que ha sido la época en la que data el poema, parte de la inspiración de Anderson, pues en esta colección hemos visto diseños como camisas con pecheras plisadas, vestidos con volúmenes en las faldas, capas largas...
El modisto también ha rendido homenaje al rico legado de Christian Dior, con algunas creaciones que recuerdan al famoso New Look que el fundador popularizó: faldas con detalles de tela que forma escamas, como aquella pieza icónica de 1949, cinturas ajustadas, vestidos globo y una reinterpretación del icónico traje Bar de 1947. No ha perdido tampoco el toque preppy tan característico del sello.
Divertido ha sido el guiño que ha recordado a la etapa de Anderson en Loewe, presentando unos originales zapatos con rosas tridimensionales. Tímido, como siempre, ha agradecido durante apenas unos segundos el aplauso de los asistentes, que se han puesto de pie para ovacionar al que es uno de los grandes genios creativos de la moda contemporánea.