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Este verano el calor no nos da tregua. Altísimas temperaturas, sensación de bochorno, olas de calor que se repiten… En estas circunstancias necesitamos elementos que refresquen nuestra casa, como los ventiladores.

Si sabes elegir el modelo adecuado conseguirás mantener el termómetro en un nivel razonable, de forma que se respire una atmósfera fresca y agradable. Aquí tienes las claves que debes aprenderte antes de ir a comprar un ventilador.

 

Las ventajas de los ventiladores

Si eres de los que piensan que los ventiladores son objetos del pasado que han quedado obsoletos bajo el poderío del aire acondicionado, sigue leyendo y te darás cuenta de que no es así. Está claro que ambos aparatos funcionan de forma diferente y obtienen resultados distintos. Y aunque el poder refrigerante del aire acondicionado es indiscutible, los ventiladores te ayudan a refrescar el ambiente de forma efectiva.

- Entre sus muchas ventajas destacan su bajo consumo eléctrico, frente al aire acondicionado. El ahorro en la factura de la luz es considerable y, dados los tiempos que corren, es un aliciente importantísimo a tener en cuenta.

- Funcionan de forma sencilla, apenas ocupan espacio y son fáciles de instalar. Exceptuando los de pared y los de techo, el resto no requiere instalación.

- Son inocuos para nuestra salud, al contrario que el aire acondicionado que, en caso de hacer un uso abusivo del mismo, puede perjudicar bastante.

A tener en cuenta: no todo son ventajas. Los ventiladores también tienen puntos en contra. No enfrían el aire, sino que lo mueven. Si hace muchísimo calor, pierden efectividad. Además, hacen ruido, aunque los modelos más modernos son mucho más silenciosos.

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Elegir la potencia adecuada

Son varios los factores que debes considerar antes de comprar un ventilador u otro. Lo normal es que te asalten las dudas y no tengas mucha idea de las cosas a valorar.

Comienza por pensar dónde vas a ubicar el ventilador, para qué espacio de la casa lo necesitas: si es un salón o un dormitorio, si va a estar fijo en un espacio o lo vas a trasladar de un lugar a otro, etc.

Otra cosa que hay que valorar es el flujo de aire que te hará falta, en función del tamaño de la habitación: a mayor potencia, mayor flujo de aire se obtiene, aunque también asciende el consumo eléctrico.

Un consejo: ten en cuenta el nivel de ruido que produce el aparato. Existen modelos supersilenciosos adecuados para dormitorios, espacios públicos como bibliotecas, etc. Otros ventiladores tienen ‘modo noche’, una función en la que hacen menos ruido.

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Un funcionamiento sencillo

En líneas generales un ventilador es un aparato muy fácil de usar, y en ello encontramos una de sus principales ventajas. Solo tienes que ubicarlo en el lugar adecuado, enchufarlo y ¡listo! Sin embargo, existen ventiladores más avanzados que pueden tener prestaciones más complejas.

Un consejo: aunque creas que te sobran funcionalidades y que solo necesitas un ventilador simple, es conveniente elegir un modelo programable, ya que te aportará beneficios a la hora de utilizarlo. Podrás, por ejemplo, programarlo para que se apague a cierta hora de la noche, cuando tú ya estés dormido y no lo necesites tanto. Un mando a distancia también resulta cómodo, en especial para los ventiladores de techo.

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Otras prestaciones interesantes

La mayoría de los ventiladores incluyen varias velocidades de uso para ajustar la potencia a las necesidades de cada momento. Además de esta función sencilla, algunos modelos incorporan otras prestaciones a tener en cuenta:

- Nebulización: algunos ventiladores expulsan de vez en cuando, además de aire, una cantidad mínima de agua a presión para refrescar aún más el ambiente. Son muy adecuados para espacios exteriores.

- Ionización: el ventilador, al funcionar, carga el aire de iones negativos para mejorar su calidad.

- Función brisa: el ventilador funciona a velocidades aleatorias para simular el efecto de la brisa que entra por una ventana.

- Función inversa: las aspas del ventilador giran al revés consiguiendo que el aire frío suba y el aire caliente baje y se reparta por la estancia, logrando que el espacio se caldee en invierno.

- Con altavoz integrado, conectado por bluetooth.

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De sobremesa y de pie, muy funcionales

Tanto los ventiladores de sobremesa como los de pie son aparatos pequeños y que no tienen demasiada potencia. Son muy prácticos para zonas de trabajo o de estudio, oficinas, un rincón de lectura, etc.

Los de sobremesa son pequeños y tienen varias velocidades. Los ventiladores de torre o de pie solo hay que colocarlos en el lugar indicado y enchufar a la red eléctrica. Es posible regular la altura, la inclinación y la dirección hacia la que se expulsa el aire. Ambos tipos de ventilador se pueden trasladar fácilmente de un lugar a otro.

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Ventiladores de techo, decoran y refrescan

Son perfectos para dormitorios, especialmente si son pequeños ya que no ocupan apenas espacio. Necesitan cierta instalación, aunque no suele ser demasiado complicado sujetarlo al techo.

Para elegirlo con acierto debes tener en cuenta el diámetro de las aspas, las dimensiones de la habitación y la potencia necesaria. Muchos modelos de techo incorporan luz y funcionan con mando a distancia, prestaciones que los hacen aún más interesantes.

En cuanto al diámetro del ventilador, este debe tener unos 115 cm si se trata de una habitación pequeña de hasta 12 metros cuadrados. Si el cuarto es de tamaño medio, de entre 12 y 20 metros cuadrados, el ventilador ha de tener uno 120 cm de diámetro. Para estancias grandes de más de 20 metros cuadrados, el diámetro del ventilador es de 132 cm aproximadamente.

Un consejo: a la hora de colocarlo es necesario respetar ciertas medidas mínimas. Cuélgalo a una distancia del techo de entre 2,10 y 2,40 m, y a 60 cm como mínimo de las paredes.

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Para instalar en la pared

Se fijan a la pared, con una instalación similar a la de los apliques de luz. Son adecuados para refrescar estancias pequeñas, salones o despachos. Son una buena solución ya que no ocupan espacio en el suelo ni en los muebles, como los de sobremesa. Busca el emplazamiento adecuado para estos ventiladores de forma que su efecto se note en toda la estancia.

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Tecnología sin aspas

Este tipo de ventiladores generan corrientes de aire haciendo circular el aire de forma más difusa, por lo que son adecuados para espacios de tamaño pequeño y medio. Son perfectos cuando se necesita una solución segura, ya que al no tener aspas se elimina la posibilidad de que se produzcan accidentes.

Elígelos si tienes niños pequeños en casa. Tienen la ventaja de que son muy silenciosos y consumen menos energía.

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También para exterior

Cuando las temperaturas suben, también los espacios al aire libre pueden beneficiarse de la acción de un buen ventilador. Los modelos de techo aptos para exterior cuentan con aspas de PVC capaces de soportar los efectos de la intemperie: las inclemencias del clima, el polvo y la suciedad, etc.

Si la zona donde vives es calurosa, elige un ventilador con función de nebulización para refrescar aún más el espacio.

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