1/10 © Hansgrohe

Al igual que ocurre con el sofá en el salón, el bajolavabo es el mueble principal del baño, con permiso de la ducha, y de él depende tanto la funcionalidad y la comodidad como la estética del espacio. Por eso, si estás pensando en cambiar el tuyo y no sabes por dónde empezar, estas ideas de decoración te ayudarán a elegir el modelo perfecto.

 

Según el uso

Aunque te hayas enamorado a la primera de ese mueble bajolavabo, debes sacar a relucir tu espíritu práctico y adquirir el modelo que realmente necesitas y te puedes permitir por metros y precio. Ten en cuenta que no es lo mismo que sea para un baño familiar que para un aseo de cortesía, que se trate de un espacio que usas solo tú o que lo compartas con los niños, que seas una ‘beauty addict’ que necesite guardar (y guardar) productos de maquillaje y tratamiento e, incluso, es importante tener una idea del tipo de cosas que vas a almacenar para elegir un modelo con puertas, cajones (como el de esta propuesta de Hansgrohe) o gavetas, donde puedas colocar todo bien. 

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2/10 © Strohm Teka

Las dimensiones 

Tanto del espacio como del mueble. A la hora de distribuir el baño, el tamaño del bajolavabo es un aspecto fundamental. Recuerda que las medidas estándar oscilan entre los 60-100 cm de ancho, aunque los hay de 50 cm para baños pequeños, que la profundidad habitual es de 46 cm, y que la altura varía, aunque con patas suele estar entre 83,5 y 91,5 cm. La idea es adaptar el mueble a las dimensiones de la estancia. José María Barros de Sthrom Teka lo tiene claro “si se dispone de un hueco pequeño de 60 cm, se necesita aprovechar el máximo de capacidad con un modelo hasta el suelo o de tres cajones sobre uno suspendido, más visual, pero de menor capacidad”.

3/10 © Laufen

El tipo de instalación

¿Suspendido o con patas? Se trata de un factor importante, no solo a nivel estético, sino también por razones prácticas (hacer o no agujeros). Así, “un mueble suspendido evita la acumulación de suciedad, facilita la limpieza y resulta visualmente más ligero, por lo que resulta una buena opción en baños de pocos metros. Mientras que uno mural con patas, estéticamente ‘viste’ el baño, se instala fácilmente y no tienes que hacer agujeros. Además, algunos de nuestros modelos cuentan con la posibilidad de acoplar módulos de cajoneras con ruedas que pueden ser recolocados en diferentes espacios del baño según la necesidad y que son capaces de adaptarse a distribuciones especiales y ofrecer una respuesta a medida”, señalan desde Laufen.

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4/10 © Leroy Merlin

Materiales idóneos

El vapor y el agua son parte del día a día en esta estancia Por eso, a veces nos dejamos llevar por la estética o por el precio sin tener en cuenta que los muebles del baño están sometidos a uso constante y a mucha humedad y contra esto nada mejor que materiales que respondan bien en estas circunstancias, sean fáciles de limpiar y resistan un trote continuo. Leroy Merlin desvela las ventajas de cada material. Los de madera, maciza o chapado, aportan una nota natural, son más caros, pero también muy resistentes, toleran bien la humedad siempre que estén tratados y se limpian con un paño húmedo. Los de aglomerado y melanina de última generación (un detalle importante) soportan bien la humedad, la abrasión y los golpes y se limpian fácilmente, mientras que los de MDF “es el material estrella para crear formas y diseños específicos, como ángulos, molduras y cantos redondeados. Puede ir recubierto de PVC, una opción más económica que la laca, y se limpia con agua y jabón neutro”. En baños actuales, no te olvides del microcemento y los sintéticos.

5/10 © El Corte Inglés

El estilo y la decoración

Además, de su funcionalidad, necesitamos que se integre en la decoración del baño, logrando un conjunto armónico. Como estrella del espacio, él define el estilo del resto de elementos y, aunque antes apenas se prestaba atención a su estética en aras de su practicidad, ahora se cuida el diseño y el color. De esta manera, puedes apostar por modelos clásicos con puertas y cajones; minimalistas, sin tiradores y en colores neutros; ‘shabby chic’, con molduras y en color blanco, o con aire rústico, como este de El Corte Inglés, en madera con cajoncitos y balda inferior para colocar varios cestos para las toallas o el papel higiénico.

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6/10 © Duravit

Diseños que te facilitan el día a día

A la hora de elegir el mueble para el cuarto de baño, debes tener en cuenta tus hábitos para que se ajuste a lo que busques y no seas tú la que se adapte a él. Para ello, ten en cuenta no solo las dimensiones sino también la composición y la forma, ya que puede que a ti te interese más contar con tres cajones que con dos puertas, si tienes muchas cosas pequeñas que guardar, o con una gaveta de extracción total donde puedas ver de un vistazo el interior o guardar productos y botes voluminosos. Esta propuesta de Duravit combina dos gavetas con una zona central abierta.

 

7/10 © Strohm Teka

Bien ‘vestido’

Para evitar caer en el error de tener un cuarto de baño desordenado, se deben de priorizar los espacios y con ellos las herramientas de almacenaje. Teniendo en cuenta que esta estancia acumula una gran cantidad de productos, debemos saber dónde guardarlos, en función del tamaño de la estancia. Colocar muebles con capacidad no restará elegancia al ambiente, sino que se convertirán en un elemento decorativo más. El uso de organizadores, un elemento fundamental de cara a mantener el orden y una distribución adecuada de los productos, logrará mayor flexibilidad, accesibilidad y facilitará la limpieza. “Quizás sea tan importante cómo se vista el mueble en forma de accesorios y ‘atrezzo’, como el propio mueble” afirma José María Barros de Sthrom Teka.

 

8/10 © Jacob Delafon

A tu medida

Sin ser un mueble a medida. Necesitas que responda a tus hábitos y te haga la rutina del día a día más fácil. Por eso, ahora los fabricantes permiten que lo diseñes (casi) al completo. No solo puedes elegir el modelo, diseño y material, sino que también puedes incorporar cajones regulables en altura y profundidad, para que se adapten a lo que necesitas, con o sin tirador, con cierre progresivo para evitar golpes desagradables… El Tolbiac de Jacob Delafon es un buen ejemplo, ya que está disponible en diferentes acabados y puede combinarse con diferentes materiales sin condicionar el espacio.

9/10 © Erlantz Biderbost

Para toda la vida (o casi)

Aunque el diseño del mueble bajolavabo debe estar en consonancia con el resto de la decoración, es importante que elijas un modelo atemporal, de líneas limpias y poco recargado que lleve bien el paso del tiempo. Las maderas y los colores claros (blanco o gris), aunque nos encanta la personalidad de los oscuros, sufren menos el paso de los años y se ven siempre en buen estado. Además, aportan un plus de calidez. Si quieres dar un toque original, elige un lavamanos suspendido, como en este proyecto de Natalia Zubizarreta, o da color con los accesorios y las toallas.

10/10 © Laufen

Últimas tendencias

Aunque el mueble ideal debe responde a tus necesidades, tus gustos, los metros disponibles y contar con un diseño atemporal, es importante conocer las últimas tendencias de decoración del baño, ya que no solo nos permitirán actualizar su ‘look’, sino también incorporar mecanismos y soluciones que nos hacen la vida más fácil. Así, “las cajoneras son tendencia por encima de las puertas, mientras que los cajones vienen con cierre amortiguado y apertura de ‘push & pull’, es decir sin uñeros, facilitando su limpieza. La distribución interior también es un plus”, cuentan desde Laufen.

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