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Aunque siempre hemos soñado con vivir en un loft, lo cierto es que su estilo industrial (debemos recordar que los originales eran viejas fábricas o naves industriales), es difícil de trasladar a la urbe e integrarlo tanto en el paisaje exterior como en la forma de vida actual. Este proyecto de Atelier L’Inconnu, ubicado en Beirut, lo consigue.

Para integrarlo en el entorno, esta vivienda que corona el edificio en el que se encuentra, difumina los límites entre los espacios interiores y exteriores. “El objetivo es presentar una forma sutil pero diferente de habitar la ciudad; una relación particular con el exterior, el tejido y los elementos. Así, las vistas, la luz y el viento se filtran, lo que transforma la residencia estacionalmente”, señala el arquitecto y diseñador Fadi Yachoui. Este vínculo no se traduce en la pérdida de la intimidad, sino que esta se aborda mediante jardineras anchas y profundas a lo largo de algunas fachadas. Mientras que para dar respuesta a las necesidades actuales “trato cada proyecto como un producto en sí mismo que reflejaría el estilo de vida del cliente a través de mi visión y creatividad. Puedo decir que me gusta mezclar diferentes y crear el mío propio, lo que hace que sea único”.

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Espacio único

El espacio se concibe en forma de 'L', abierto en tres orientaciones que unen las diversas actividades de la casa a través de conexiones físicas y visuales. La entrada se encuentra dentro del brazo noreste y se abre a un exuberante jardín flotante, mientras que el suroeste está bordeado por una terraza que recorre el comedor, la cocina abierta y el dormitorio principal. La esquina norte del espacio está coronada por una 'caja de vidrio'.

Buscando la mayor personalización y sintonía con el morador, todo está estudiado al detalle. ”Desde los focos hechos a medida que posan como pájaros a lo largo de las vigas del techo hasta la escalera suspendida de madera y acero, la biblioteca de metal o el llamativo tragaluz que remata la esquina y que se completa con persianas de madera automáticas para protegerse del sol”, señala el arquitecto y diseñador.

 

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Entrada triunfal

La entrada a la vivienda es toda una declaración de intenciones, ya que se abre sin preámbulos a la zona de la televisión. Una estantería juega con el efecto de cuarterones negros, típicos del estilo industrial, donde la tele queda perfectamente encajada. La alfombra es la encargada de dar paso al resto de espacios de esta planta social y de delimitar visualmente el área del sofá, con un gran modelo en gris y varias mesas de centro, que combinan materiales y colores, creando un moderno efecto.

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Salón con vistas

La esquina norte del espacio está coronada por una 'caja de vidrio' aparentemente suspendida, donde sus fachadas verticales acristaladas se doblan en un tragaluz anclado en la terraza de la azotea. Esta zona tiene todo para ser el preferido: luz natural, unas vistas impresionantes, plantas altas que llevan la naturaleza al interior, una distribución a medida y un mobiliario ergonómico de diseño, en el que destaca el sofá de cuero negro (no podía ser de otro color). Los focos situados estratégicamente en las vigas del techo mantienen viva la esencia industrial.

 

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Comedor

Situado junto al gran ventanal con salida a la terraza, el comedor apuesta por la sencillez y la funcionalidad. Sobre la mesa XL con capacidad para 10 personas pende una luminaria suspendida negra que alarga sus brazos para cubrir toda la superficie. En este ambiente, destacan, además, el centro de mesa con ramas y cosas de la naturaleza, que aporta calidez al ambiente, y el gran cuadro que ocupa casi toda la pared, que introduce una nota ‘arty’, llena de originalidad. 

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Cocina en negro

La cocina se integra a la perfección en el espíritu abierto, práctico y cómodo en el día a día que reina en toda la casa. Con una gran isla central con encimera blanca que alberga la placa, el fregadero, una zona de almacenaje con armarios y la superficie de trabajo, destina uno de sus lados a barra para desayunos o comidas informales con dos taburetes. Además, cuenta con un ‘office’ con mesa alta y estantería, un gran armario donde se integran (son de color negro) los electrodomésticos y una pared de pizarra, donde se ha colgado la televisión y se han dibujado con tiza blanca dibujos y mensajes, que pueden personalizarse. “Uno de los elementos principales de mis proyectos es la funcionalidad. Diseñar una bonita casa o un mueble no es suficiente si no es práctico y cómodo. Lo mismo ocurre con el mobiliario. Me centro mucho en la experiencia y la artesanía para que cada pieza tenga su propia historia que contar”, explica el arquitecto y diseñador.

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Dormitorio en suite

El dormitorio principal integra el baño y un rincón de gimnasio. Mientras que la bañera, la zona de lavabos y la ducha forman parte del espacio, el sanitario se ha ubicado en una estancia independiente, cerrado con una puerta de cristal con cuarterones negros. Una gran cama tapizada, alta y mullida, preside la habitación, donde también destaca un espejo de pie XL con marco negro. El gran ventanal con salida a la terraza se ha vestido con unas ligeras cortinas blancas, lo que favorece la circulación de la luz natural.

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“El objetivo principal en mis proyectos es siempre involucrar sentimientos y crear una experiencia para el usuario que se traduzca en un concepto que refleje su carácter y por eso, a veces, termino personalizando muebles o iluminación”, cuenta el Fadi Yachoui.

 

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Baño con acceso al vestidor

El baño del dormitorio principal mantiene la estética industrial más actual. Los tabiques de cristal con cuarterones negros se han usado tanto como mampara de ducha como puerta de acceso al vestidor. Además, se han usado los soportes metálicos para crear una estantería y un toallero. Para diferenciarlo del dormitorio, las paredes se han revestido de madera (son blancas en la zona de descanso), salvo en la ducha donde este material no resulta apto y se ha jugado con el parqué del suelo, aunque este es de lamas XL y de un tono más oscuro. La bañera exenta con grifería de suelo se erige en protagonista de este rincón, donde el espejo redondo (copia la idea porque es una de las tendencias de decoración de este año) pone un encantador broche final.

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Una espectacular terraza

La forma alargada de la terraza ‘obliga’ a una distribución adosada a la pared, que deja libre un pasillo central cómodo donde desplazarse sin problemas de un lado a otro. Se han establecido dos zonas, ambas protegidas bajo un tejadillo: una de estar con butacas y una de barra, más informal, perfecta para un aperitivo o un desayuno de fin de semana. Con suelo de madera oscuro, los muebles de exterior son negros, manteniendo ese vínculo cromático con el interior y con los grandes ventanales. En lugar de muchas plantas, se ha optado por tres árboles frutales de gran tamaño, que se encargan de dar la nota natural al espacio.

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Piscina infinita

Aunque toda la casa parece mirar de tú a tú al paisaje, la piscina infinita lo hace de una manera más directa, ya que parece flotar sobre los edificios de alrededor. Situada a doble altura, marcando las distancias con el resto de la terraza, una barandilla-barrera de cristal es lo único que la separa del suelo. Vestida de madera, destacan los sofás y pufs blancos, tan prácticos tanto para tomar el sol como para zona de ‘chill out’. La iluminación es otro factor clave. Varios apliques de pared, puntual en el suelo y la de la propia piscina dan luz y ambiente a uno de los rincones más instagrameables de la casa.

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