1/10 © Douglas Friedman

El estilo ‘chinoiserie’ vuelve a la casa con sus inspiradores aires orientales, tal y como demuestran las nuevas colecciones de papeles pintados y telas que vestirán la casa de 2022, el amor por la porcelana china y la fascinación que nos provoca todo lo asiático, incluida su filosofía de vida. Este estilo, que mezcla lo mejor de Oriente y Occidente se caracteriza por una elegancia y ornamentación, llena de lujo y delicadeza, que es capaz, sin embargo, de integrarse en cualquier interior, siempre que se use en pequeñas dosis y se equilibre su fuerte presencia visual. Descubre cómo es y cómo integrarlo en tus estancias.

A través de los papeles pintados

Los papeles pintados son la manera más sencilla y efectista de introducirlo en la decoración de interiores. Estos diseños llenos de personalidad se convierten al instante en protagonistas de las estancias. La colección Chinoiserie es una pieza principal en el catálogo de de Gournay desde hace 40 años, que incorpora nuevos modelos cada cierto tiempo. La firma ha adaptado los modelos originales a los interiores contemporáneos y ha ampliado la gama de fondos y colores para hacer que sean únicos y especiales en cualquier interior.

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2/10 © Patrick Cline

Ornamentado y rico en detalles

Este estilo se hizo muy popular entre la nobleza y la aristocracia del siglo XVIII y era raro encontrar una casa sin habitaciones de estilo exuberante de influencia china. Sus formas asimétricas, motivos en azul y blanco que se encuentran a menudo en la porcelana china, los dorados, los muebles lacados, las figuras y los paisajes extravagantes son algunas de sus señas de identidad. En este salón de la interiorista Sasha Bikoff, el mueble chino negro de televisión se integra a la perfección en este universo a todo color, donde predominan las piezas y elementos antiguos o heredados.

3/10 © Jean Porsche

Piezas de porcelana china

La porcelana juega un papel fundamental en este estilo, además su presencia es capaz de dar encanto y magia a cualquier espacio. El estudio del arquitecto e interiorista Jean Porsche es una muestra de ello. En su 'gabinete de curiosidades' ocupa un lugar preferente. Las típicas piezas representadas en gran parte del diseño ‘chinoiserie’ de hoy se creó durante la era Yuan en el siglo XIII. La icónica porcelana decorada con azul cobalto bajo un esmalte blanco, a menudo se producía en hornos en Jingdezhen, denominada la ‘capital de la porcelana’ en China.

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4/10 © Coordonné

Estampados exóticos

El exotismo es una de las características de este estilo. Para entender esta fascinación, hay que remontarse a una época en la que los viajes intercontinentales eran poco comunes y los europeos sabían muy poco sobre las culturas asiáticas. En consecuencia, fueron vistos como exóticos y misteriosos. Los artesanos, inspirados por este misticismo y fascinación, incorporaron figuras chinas, animales y bestias místicas, como dragones o perros Fu, en sus diseños que aún continúan adornando cerámicas, pantallas de seda, pinturas y ropa de cama, como la de la colección Chinoiserie de Coordonné.

5/10 © Designers Guild

La naturaleza como inspiración

Si algo distingue a este estilo, además de la porcelana blanca y azul, son sus estampados naturales con diseños que incorporan paisajes, pájaros, exuberantes jardines y bellos motivos florales. La naturaleza se convierte en fuente de inspiración de esta decoración delicada y elegante, y se encuentran presente en telas, papeles pintados, como este de Designers Guild, y otras decoraciones como piezas de cerámica y accesorios.

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6/10 © Gastón y Daniela

Colores llenos de fuerza

Junto al blanco y el azul, uno de sus dúos cromáticos preferidos, destacan otros que imitan los que encuentras en la naturaleza, como verdes, rosas o dorados. El papel pintado Roger de la colección Volumen VIII de Lorenzo Castillo para Gastón y Daniela es un buen ejemplo del uso de las tonalidades para crear magia y misterio. Este diseño de inspiración oriental está disponible en una paleta de ricos colores que emulan los materiales originalmente empleados en este tipo de biombos: la madreperla, el jade, el hueso o el marfil.

7/10 © Pepe Peñalver

Biombos de aire oriental

Una de las maneras más sencillas de introducir este estilo en la decoración de interiores actual es incorporando un biombo de aire oriental. Un elemento muy práctico tanto para separar espacios sin tabiques como para dar intimidad a una zona del dormitorio o del salón. Este realizado con la tela de la colección Nara de Lizzo (en Pepe Peñalver) es una muestra de su belleza y de sus muchas posibilidades en el hogar.

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8/10 © Güell Lamadrid

En versión atrevida

Juan Avenalleda se atreve a reinventar y modernizar la 'chinoiserie' con su Loulou para Güell Lamadrid. Una colección cápsula de telas en cuatro tejidos, dos de ellos en tonos atrevidos y flúor como naranja y verde, y dos pasteles en rosa y azul. Este raso de algodón destaca por estampado original con ilustraciones de estilo chinoiserie, que nos recuerdan a un ‘toyle de jouy’ modernizado con un toque oriental. Un toque ‘trendy’ y personal para tu casa en cortinas, tapicerías o accesorios.

 

9/10 © CB2

Muebles personales

Aunque los muebles de madera lacada, normalmente negros y con motivos orientales, son los que se relacionan con este estilo, no son los únicos. Junto a ellos, destacan piezas rotundas por tamaño o color (desde el verde hasta el nogal), con herrajes dorados o de latón, como esta de CB2, o las típicas con calado chino o diseño ornamental a menudo tallado, como las famosas sillas Chippendale, con respaldo de celosía, inspiradas en las del ebanista inglés del siglo XVIII.

 

10/10 © Batavia

Un poco de historia

La ‘chinoiserie’ se originó a principios del siglo XVII en Europa y floreció en el XVIII con el comercio con China y la exportación de la porcelana china azul y blanca. Los europeos buscaron recrear la estética oriental en su propia porcelana y surgió un nueva tendencia que rechazaba la rígida opulencia del barroco. Este nuevo estilo se usó en el arte, el mobiliario y la arquitectura europeos durante estos dos siglos, alcanzando su apogeo entre 1750 y 1765. La primera aparición de un diseño interior ‘chinoiserie’  fue en el ‘Trianon de porcelaine’, construido para Luis XIV en Versalles en 1670.

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