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La energía solar térmica es una energía renovable que se obtiene del sol y se usa básicamente para calentar el agua de la casa. También denominada energía termosolar, esta se puede instalar tanto en viviendas unifamiliares como en bloques de pisos logrando grandes ahorros en el coste energético que supone el agua caliente sanitaria (ACS) que se emplea para duchas, baños, el lavavajillas o el fregado de platos, por ejemplo.

Nos cuentan en detalle en qué consiste dos expertos: Gergely Papp, jefe de producto de Vaillant (www.vaillant.es) y Enrique del Valle, presidente de la comisión de Industria de FENIE (Federación Nacional de Empresarios de Instaladores de España; fenie.es).

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Diferencias con la fotovoltaica

Ambas energías tienen en común el aprovechamiento de los rayos de sol, aunque mientras que la energía solar térmica concentra la luz solar para convertirla en calor, la tecnología fotovoltaica convierte la radiación solar en electricidad.

Enrique afirma que “en la actualidad se coloca mucho más fotovoltaica, ya que se puede aprovechar también para calentar agua”.

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¿Cómo funciona la energía solar térmica?

Desde FENIE detallan la forma de funcionar la energía termosolar: “son placas por las que circula un fluido, generalmente agua con glicol para que no se congele, y que por el efecto de la radiación solar se calientan hasta temperaturas que rondan los 70º C. Este fluido caliente se hace pasar por un serpentín en un depósito de agua caliente sanitaria (ACS) y se calienta el agua de manera que al entrar en la caldera o bien ya está caliente y esta no se enciende, o bien necesita poca energía para acabar de calentarse”. Por otra parte, hay que tener en cuenta que las placas que se instalan fuera se integran perfectamente tanto en cubiertas planas como inclinadas.

En la imagen, el sistema de drenaje automático auroSTEP plus de Vaillant. La marca explica que “ofrece una solución compacta con todos los componentes integrados en el sistema con lo que se disminuye la posibilidad de fugas y se reduce el tiempo de montaje. Además, cuenta con protección contra heladas y sobretemperaturas”.

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Usos en viviendas

“El principal uso de la energía solar térmica para las viviendas es para para calentar agua caliente sanitaria y como apoyo para calefacción, pero también se utiliza en la climatización de piscinas, detalla Gergely, quien añade: “se puede emplear como apoyo en los sistemas de calefacción por radiadores o suelo radiante por agua. Al usar energía acumulada en forma térmica, procedente de fuente totalmente renovable en momentos determinados se puede prescindir completamente del consumo de energías fósiles”.

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Funciona a baja temperatura

Ambos expertos coinciden en apuntar que no se puede generar electricidad en sistemas domésticos y ello es debido a que en las viviendas (tanto en unifamiliares como en bloques de pisos) se instala energía solar térmica a baja temperatura (hasta 65-70° C).

En otro tipo de edificios sí se emplea energía solar térmica que transforma el calor en energía eléctrica, es la energía solar térmica de alta temperatura que trabaja por encima de los 500º C.

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Gran eficiencia

Los paneles de energía solar térmica que actualmente podemos encontrar en el mercado convierten más del 95% de la luz solar en energía. Este es un nivel de eficiencia muy superior que el que ofrecen los equipos fotovoltaicos a la hora de recolectar el calor de los rayos del sol. Ello se traduce en que “permite producir agua caliente incluso en los días fríos y nubosos, siempre que haya un mínimo de radiación solar”, cuenta Gergely.

Respecto a otras energías renovables es como la geotermia, cuyo rendimiento no se ve afectado por las bajas temperaturas, a diferencia por ejemplo de la aerotermia, que sí disminuye.

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7/9 © Belén Imaz para Ábaton

Ventajas de apostar por la energía termosolar

Los equipos de energía solar térmica convierten la radiación solar en calor. Como especifica Gergely, "la energía solar térmica es una fuente energética renovable, sostenible e inagotable, que es gratuita, no emite CO2, reduce nuestra dependencia de las energías fósiles/nuclear, reduce los efectos negativos que producen las fluctuaciones de los precios en los mercados de materias primas y puede ser integrada en instalaciones ya existentes”.

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Apuesta sostenible

El jefe de producto de Vaillant relata que “la última actualización del Código Técnico de la Edificación establece que ‘la contribución mínima de energía procedente de fuentes renovables [cubra] al menos el 60% de la demanda energética anual para ACS en edificios con consumo diario del edificio inferior a 5000 litros al día a 60º C y al menos el 70% de la demanda energética anual para ACS en edificios con consumo diario del edificio superior a 5000 litros al día a 60º C'. Dicha fuente de energía renovable puede ser distinta a partir de ahora, pero la de solar térmica seguirá siendo una de las opciones a tener en cuenta a la hora analizar cada proyecto y en especial los casos de vivienda en altura con elevada demanda diaria de agua caliente sanitaria”.

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¿Qué precio tiene y qué ahorros comporta?

Enrique detalla que “para una casa unifamiliar de 200 metros² en la que residen cuatro miembros, con una central de dos paneles es suficiente. El coste depende también de la tecnología usada. La más básica, por unos 1.500 € puede estar en funcionamiento. Otras más avanzadas como las de drenaje automático que protege a los paneles llenándolos de fluido térmico únicamente cuando es necesario, puede alcanzar los 5.000 €”. Y existen subvenciones para instalarlo, dado que se trata de una energía renovable.

Por su parte, “con un sistema solar térmico puedes ahorrar hasta un 65% del coste energético para calentar el agua”, afirma Gergely. Ahorros en la factura que son también buenas para el medio ambiente pues la energía solar térmica no provoca residuos tóxicos que sean difíciles de eliminar o tratar; ni emite gases CO2 hacia la atmósfera.

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