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Si la pintura es una de las mejores herramientas para renovar el aspecto de cualquier mueble, la milk paint o pintura de leche es el producto ideal para conseguir ese aire natural con un punto artesanal que nos enamora.

Te contamos todo lo que necesitas saber para lograr los mejores resultados a la hora de reciclar cualquier pieza de madera obsoleta que tengas en casa.

 

¿Qué es la milk paint?

Se trata de una pintura cuyo componente esencial es la caseína, una proteína presente en la leche (de ahí su nombre), que ayuda a aglutinar los pigmentos, logrando un matiz muy especial en cualquier tonalidad.

Además de caseína y pigmentos, la milk paint lleva otros componentes naturales como arcilla o piedra caliza, y prescinde de conservantes o ingredientes químicos.

Por eso es un producto eco-friendly perfecto para cualquier proyecto DIY, que no resulta tóxico, es biodegradable y no tiene olor.

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Los materiales necesarios

Una de las particularidades de la milk paint es su presentación en polvo. Para utilizarla solamente hay que mezclarla con agua hasta conseguir la consistencia deseada. Así, podremos elegir la textura, más densa o más diluida, según el trabajo a realizar o el efecto que queramos conseguir.

Si ponemos más cantidad de polvo a la mezcla, obtendremos una pintura más cubriente y espesa, mientras que si añadimos más agua, la consistencia será más líquida y transparente.

Hoy te vamos a enseñar a reciclar un mueble con pintura de leche. Entre los ingredientes necesarios, están:

- Pintura milk paint en tu color favorito

- Agua

- Batidor, varillas o cuchara

- Brochas planas

- Imprimación selladora para madera

- Cera o barniz mate incoloro

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Cómo preparar la pintura

El proceso de preparación de la pintura no puede ser más sencillo. Basta con que pongas el producto en polvo en un recipiente y le añadas agua.

En principio debes utilizar polvo y agua a partes iguales, aunque ya hemos comentado que las posibilidades decorativas crecen en función de la proporción en la que añadas ambos componentes.

- Bate enérgicamente con unas varillas de cocina durante unos 3 minutos hasta que la mezcla sea homogénea y no tenga grumos.

- Deja reposar la pintura unas horas hasta que desaparezca la espuma que se produce al batir.

 

Un consejo

Utiliza agua caliente para hacer la mezcla; la pintura en polvo se disuelve mejor.

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El mueble, listo para decorar

Antes de comenzar a pintar el mueble en cuestión es fundamental que esté preparado para acoger la pintura. Para ello tendrás que limpiarlo a fondo y, si está pintado o barnizado, lijarlo para eliminar restos de estos productos viejos y que la superficie quede más lisa.

A continuación es aconsejable aplicar una imprimación para madera, que conseguirá que la milk paint se adhiera mejor.

 

Un consejo

Puedes elegir una imprimación selladora acrílica en aerosol o para aplicar con brocha. Espera a que se seque por completo y suaviza la superficie con lija de grano medio.

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A golpe de brocha

El trabajo de pintura sobre madera con milk paint es similar a cuando se utiliza otro tipo de productos.

- Comienza a pintar el mueble utilizando una brocha plana, con pasadas largas y rápidas que no dejen marcas.

- Es importante que no apliques demasiada pintura para evitar que se produzcan chorretones.

- Una vez hayas terminado la primera mano, deja secar y comienza con la segunda. El tiempo aproximado de secado está en torno a 30 minutos.

 

Un consejo

Dos manos suelen ser suficientes para lograr que la pintura cubra de forma adecuada. Sin embargo, en función de los colores, puede que necesites aplicar una tercera mano de pintura. En general, los colores claros cubren menos que los oscuros.

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Mil y un acabados originales

Una de las características que convierten a la milk paint en un producto genial es la gran cantidad de acabados que se pueden conseguir con ella. Todo depende de cómo la utilices.

Puedes conseguir un efecto de veladura, muy transparente, que deje ver la veta de la madera. Para ello has de aplicarla muy diluida, sobre madera sin tratar.

O puedes pintar con ella muebles ya pintados o barnizados, preparándolos previamente, y conseguir un efecto más opaco, con un acabado envejecido.

 

Un consejo

Si quieres conseguir veladuras que dejen ver la veta de la madera, apuesta por muebles de pino, haya, chopo o abedul. Estas maderas claras son perfectas para este tipo de acabados.

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Dale alas a tu creatividad

Si tienes curiosidad por el mundo de la pintura de muebles y el DIY y quieres probar cosas nuevas, la pintura de leche será tu producto estrella. Es tan versátil que te permitirá llevar a la práctica un sinfín de ideas para lograr diferentes texturas.

- Estilo rústico. Consigue un acabado rugoso y rústico con milk paint, añadiendo a la mezcla más producto. Obtendrás una consistencia densa que has de aplicar generosamente sobre el mueble. El efecto artesanal está asegurado.

- ¿Te gusta el acabado empolvado que se consigue con la pintura de tiza o chalk paint? Prueba la pintura de leche y verás como puedes lograr una apariencia similar.

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La belleza del craquelado

Si aplicas un barniz de craquelado a tu mueble lograrás un efecto de lo más especial. Después de esperar el tiempo recomendado por el fabricante, aplica sobre este barniz una mano de pintura de leche. Pronto verás como empieza a agrietarse, adquiriendo una apariencia cuarteada muy delicada y original.

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¿Liso y uniforme?

Además de estos acabados originales para muebles, también puedes conseguir con milk paint una superficie lisa y regular, como si se tratase de un lacado.

Solo tienes que extender muy bien la pintura, dando varias capas y lijando con un taco de lija de grano fino. Quedará una superficie homogénea de tacto suave.

Para terminar aplica un producto que proteja la superficie de tu mueble de las manchas, ya sea cera o barniz mate.

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