1/9 © Ikea

Puede que todavía nos queden días de verano, de calor y de sol, pero con la llegada de septiembre y la vuelta al cole y a rutina, se vislumbran en el horizonte las tareas de orden en casa propias del otoño.

Una de las más difíciles (o aburridas) de acometer es el cambio de armario, quizá porque el de la mayoría de nosotros suele estar desordenado y eso no ayuda en absoluto.

¿Cómo cambiaría el panorama si tuviésemos nuestra ropa bien colocada? Seguramente mucho. Con los trucos que vamos a darte a continuación podrás conseguirlo.

 

Menos es más

¿En tu armario no cabe una sola prenda más? Es el momento de admitirlo: necesitas hacer una (gran) limpieza inicial para seleccionar, de entre todo el batiburrillo que es tu fondo de armario, aquellas prendas que deben seguir contigo y aquellas que no.

Y lo mejor para acometer esta tarea es ponerse manos a la obra: piensa en la ropa que nunca usas y que ocupa espacio sin aportar nada.

Puedes utilizar el método sueco de orden Dödstädning, seguir los consejos de Marie Kondo o, simplemente, preguntarte si esas prendas te gustan, si son de tu estilo y si te valen. Si la respuesta a alguna de estas cuestiones es no, deshazte de ellas cuanto antes.

2/9 © Leroy Merlin

Acomete (en modo zen) el cambio de armario

Cuando llegue el momento (es decir, cuando las temperaturas comiencen a descender y se haga imperativo abandonar las sandalias), afronta con paciencia y optimismo la tarea de cambiar la ropa de temporada en tu armario.

Busca un día libre en tu agenda y no lo pienses más. Trabaja con método y sin distracciones y acabarás antes de lo que piensas.

Después de sacar toda la ropa y demás elementos del armario, limpia a fondo el mueble, incluso pasando el aspirador si es necesario para acabar con el polvo. Aparta las prendas que ya no quieres (y que sabes que no te pondrás el verano que viene) y separa todo aquello que tienes que lavar antes de guardarlo. Termina por colocar la ropa de otoño.

3/9 © Go Modern Furniture

Un nuevo hábito

Sería maravilloso que, después de colocar el armario, el orden se mantuviese intacto en el tiempo pero, reconócelo, eso tiene mucho de utopía. Lo que suele ocurrir es que, en un periodo más o menos largo de tiempo, las cosas vuelvan a las andadas y el armario al caos.

Para evitarlo has de convertir el hecho de colocar la ropa en el armario en un hábito que ya no abandones. Plantéate hacer limpiezas periódicas, por ejemplo, cada dos semanas. Puede que te parezca excesivo, pero si lo haces así no tardarás más de 10 o 15 minutos.

Bastará con colocar la ropa que se ha caído de las perchas, reorganizar las prendas dobladas y sacar aquello que ya no quieres o no te pones. Tu armario estará siempre perfecto.

4/9 © Ikea

Analiza lo que tienes

Ahora que tienes que colocar la ropa dentro del armario, es el momento aprovechar para hacer algunos cambios que te ayuden a sacarle el máximo partido.

Para ello has de ser consciente de lo que tienes que guardar: ¿tienes muchos abrigos y vestidos largos? ¿Has de colgar pantalones? ¿Lo tuyo son los complementos? ¿Tienes muchos zapatos?

Una vez lo tengas claro, sabrás qué tipo de accesorios de almacenaje necesitarás. Toma medidas, planifica la distribución y haz un esquema sobre papel. No se trata de renovar por completo el interior, sino de buscar alternativas que te ayuden a mantenerlo ordenado.

5/9 © Go Modern Furniture

Todo a mano

Hoy no es difícil tener un armario bien aprovechado gracias a las múltiples soluciones de orden que existen: ganchos, perchas especiales, divisores para estantes, barras hidráulicas, organizadores de zapatos, etc.

Los sistemas de almacenaje han avanzado mucho para mejorar el acceso a tus prendas. Baldas extraíbles, sistemas de barras hidráulicas para aprovechar los huecos superiores, cajones con guías, etc.

Controla bien las medidas que han de tener los accesorios según lo que quieras guardar, y tu ropa quedará perfectamente ordenada.

A la hora de colocar las prendas deja el espacio central del armario para lo que más utilizas y la parte superior para todas aquellas cosas que no sueles necesitar tan a menudo.

6/9 © Go Modern Furniture

Instala una barra doble

Si exploras el mundo de los complementos de armario descubrirás que existen múltiples soluciones, algunas muy prácticas. Busca las que mejor respondan a tus necesidades y, siempre con el metro en la mano para saber si se pueden adaptar a tu espacio, crea la distribución más útil para ti.

Si tienes mucha ropa de colgar quizás necesites una barra doble. Puedes instalar una en la parte superior y otra en la parte inferior. Para camisas, blusas, chaquetas y americanas necesitarás un hueco de 110 cm de altura, y unos 90 cm si quieres colgar pantalones (doblados a la mitad). Deja también un hueco de 180 cm para abrigos y vestidos largos.

Relacionado: ¡Menudo dilema!: Armario empotrado o exento

7/9 © Rauch Möbelwerke GmbH

Divide y venceras

Además de la ropa de colgar hay otras muchas prendas que guardar dobladas y colocadas de forma horizontal: camisetas, jerséis, ropa interior, etc. Para ello necesitarás baldas de 30-35 cm de fondo.

Mantener el interior del armario bien compartimentado te ayuda a colocar la ropa. Hazte con divisores laterales para estantes largos (si es que no los incluye la propia distribución del armario) para evitar que las prendas dobladas se desmoronen. También resultan muy prácticos si tienes que compartir el armario con otra persona.

Si prefieres los cajones, es fundamental que cuentes con separadores para organizar el contenido. Conviene que tengan el frente de cristal para ver el interior sin tener que abrirlos.

Apuesta por contenedores de diferentes tamaños: cajas de almacenaje, cestas, etc. Te ayudan a ordenar las cosas más pequeñas y a guardar todo lo que no encaja colgado de una percha ni en una balda.

8/9 © Go Modern Furniture

Clasifica tus prendas

Por colores, por tipos, por estilos… Tú decides cuál es el método que mejor te va a la hora de clasificar y colocar la ropa dentro del armario. El caso es que lo hagas para saber lo que tienes y dónde encontrarlo a la primera.

Tu armario tendrá un aspecto más ordenado y tus mañanas serán más ágiles y menos caóticas. Para contribuir a la apariencia de orden evita mezclar perchas diferentes.

9/9 © Rauch Möbelwerke GmbH

Lo más difícil de guardar

Algunos elementos que solemos tener en el armario son más difíciles de almacenar que otros. Es el caso de los zapatos. Colocar el calzado de una manera racional es, seguramente, uno de los puntos clave en la tarea de ordenar el armario.

Para empezar, es importante no mezclarlos con la ropa, por lo que no está de más instalar algún sistema de ordenación en el armario. Existen diferentes zapateros que se adaptan a tus propias necesidades.

Un truco práctico, si no dispones de espacio, es colocar un riel en la puerta del armario para colgar esos dos o tres pares que utilizas con más frecuencia.

Más sobre: