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Los propietarios, una familia con orígenes rusos, buscaban un hogar cómodo para vivir, elegante, al mismo tiempo, y con alguna pincelada ‘deco’ que hiciera referencia a sus raíces. El estudio ruso N & G Ananiev Interiors, en colaboración con el espacio multimarca Covet House, fue el encargado de materializar esos deseos, ya que su personalidad y forma de trabajar eran perfectos para el proyecto: dominan una amplia gama de estilos, desde art decó hasta mediados de siglo, pero siempre a su manera, siguiendo la lógica del espacio y los deseos del cliente. Y este piso en Nueva York es una buena muestra de su trabajo y de la capacidad transformadora de un interiorismo con carácter.

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El uso del color como forma de expresión era una de las consignas de los propietarios. Para ello, Nadezhda y George Ananyev, de N & G Ananiev Interiors, crearon "un conjunto visual y atractivo para la vista", donde las paredes de papeles pintados brillantes, combinadas con muebles exclusivos y únicos de Covet House y piezas de arte provocativas materializaron los deseos de los moradores, logrando una casa original en su forma y llena de vida.

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La casa tiene dos pisos. El primero (área pública) se ha distribuido mediante un conjunto de estancias cerradas en un círculo, mientras que la zona privada cuenta con una habitación para cada niño y una habitación independiente para los invitados. Los diseñadores no tiraron tabiques y mantuvieron las puertas originales, ya que las encontraron, además de bonitas, perfectas para el concepto del espacio. Mención aparte merece la lámpara gráfica con la letra 'R', también hay un modelo 'D', que busca imprimir un sugerente punto retro a la decoración. 

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El arte se apodera de cada rincón, haciéndose un hueco en la decoración, en detrimento, incluso, del mobiliario. Las obras de arte, muchas de ellas provocativas y atrevidas, van dando forma y personalidad a los espacios, como símbolos de vida y formas de expresión. 

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La sala de música tiene una increíble combinación de colores brillantes y una composición lúdica de muebles antiguos y modernos. Bajo una impresionante alfombra que viste el suelo en su totalidad, destaca, además del piano de cola negro, el precioso papel de Casamance, que convierte a las paredes en parte de la decoración. Distribuida en diferentes zonas, que no solo comparten espacio sino que se comunican entre sí, interfiriendo en muchos casos las actividades que se realizan en cada una de ellas. Así, la sala de estar casi está pegada a la de lectura y el comedor queda totalmente integrado en ese ambiente único. Sin embargo, Nadezhda y George Ananyev logran que el efecto sea agradable a la vista y equilibrado en proporciones.

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En un rincón de la sala de música. los sillones Maya de Brabbu, en color amarillo mostaza se convierten en piezas esenciales del espacio. Estos asientos de terciopelo poseen la combinación perfecta de formas sensuales y delicadas y una atrevida tonalidad, capaces de proporcionar la atmósfera ideal para largas y agradables conversaciones. El cuadro sobre la consola dorada, ‘enmarcado’ entre dos lámparas de sobremesa, es el broche perfecto del conjunto.

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La cocina, distribuida en forma de U y con muebles con molduras lacadas en blanco, cuenta con un office para las comidas de diario de la familia. La lámpara de techo que ilumina la mesa y el llamativo pavimento rompen el estilo clásico que domina el ambiente. Llama la atención el juego de combinaciones cromáticas entre las sillas rojas y grises y la luminaria y el suelo.

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Hasta el mínimo detalle bebe del estilo moderno y atrevido que posee el proyecto decorativo. La escalera blanca y las molduras del techo contrastan con el color azulón de las paredes, mientras que la consola azul con un escultural pie en forma de águila, da una pincelada ‘kitsch’ al ambiente en general, proporcionando frescura y naturalidad al ‘look’ clásico. 

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En la zona privada, el color y el humor siguen siendo protagonistas de la decoración de los espacios, pero se suaviza la intensidad para crear un clima que favorezca el descanso. En este dormitorio, el azul (vinculado siempre a la calma y el relax) viste las paredes, la gran alfombra y la cama, donde destaca especialmente el cabecero y el piecero de terciopelo. Por su parte, el cuadro colocado sobre el aparador rebaja la tensión clásica del ambiente.

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En otro de los dormitorios, diseñado por N & G Ananiev Interiors con piezas y accesorios de Covet House, el azul encuentra en el color rojo su mejor aliado. Una combinación cromática sin complejos ni miedo al qué dirán, que se vuelve más glamurosa y sofisticada, gracias a la incorporación de detalles en dorados, como las banquetas a pie de cama, los candelabros y los pies de las lámparas sobre las mesillas de noche. Las paredes, como no podía ser de otro modo, vuelven a ser parte importante del proyecto decorativo.

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