Situada en La Quinta, una de las urbanizaciones más caras y exclusivas del valle de Coachella (California), la espectacular mansión que acaban de adquirir Cindy Crawford y su marido Rande Gerber posee un interiorismo cómodo y sencillo, que se ajusta muy bien al estilo de la supermodelo. Con vistas panorámicas de las montañas y 557 metros cuadrados, distribuidos en una sola planta, ha supuesto una buena operación inmobiliaria para la pareja, ya que han pagado por ella 4.800.000 euros, cerca de un millón de euros menos de lo que pedía su anterior propietario.
La parte social de la vivienda se distribuye alrededor de un gran espacio común, que aglutina salón, comedor y cocina. Sus grandes ventanales, verdaderos tabiques de cristal que van de suelo a techo, se abren a un porche con chimenea de piedra y a una piscina infinita, que mira hacia el campo de golf de la urbanización. En el interior, contemporáneo y funcional, destacan el pavimento de piedra pulida beis y los techos extraordinariamente altos, aquí con artesonado de madera.
En el comedor de la casa, el exterior se cuela dentro debido a la presencia de plantas frondosas y exuberantes y a los grandes ventanales, que multiplican, además, la luz natural y la llevan a todos los rincones. La mesa de madera con sillas en color azul pierde parte del protagonismo por la llamativa bodega acristalada, digna de un gran sumiller. El proyecto lumínico combina focos empotrados con luces puntuales, como la original lámpara de techo que ilumina la mesa.
Con muebles de madera y electrodomésticos de acero, la cocina comparte estilo y material con el resto de ambientes. Una isla curva es la protagonista del espacio, que alberga la zona de aguas y una superficie de barra, con cuatro taburetes. Ideal para desayunos o comidas informales, puede ser un buen lugar para que Cindy Crawford y su hija Kaia Gerber compartan un pastel casero, uno de los planes ‘foodies’ que suelen disfrutar juntas.
Estamos (casi) seguras de que la decoración fresca y desenfadada que posee esta casa del valle de Coachella conquistó a la top de los 90, ya que es capaz de combinar comodidad y belleza, sin perder de vista el lado práctico. En este espacio único, que comparten salón, comedor y cocina, todos siguen el mismo ‘look’ en cuanto a materiales y colores, aunque están distribuidos, de manera que cada uno tenga su propio ambiente. Así, el salón, por ejemplo, se ha separado del resto mediante un mueble bajo situado junto al sofá, o la barra de desayuno se ha colocado de espaldas a la zona de estar, para mantener cierta privacidad.
La nueva casa de la modelo y su marido, tiene cuatro dormitorios y cinco cuartos de baño. Las habitaciones de invitados están en un ala privada con un salón independiente, para garantizar la máxima privacidad, no así la suite principal, que está en la parte principal de la vivienda. Con un baño con spa, una chimenea de piedra pulida y un televisor de pantalla plana que se baja del techo para una visualización óptima desde la cama, los tonos neutros contribuyen a crear un ambiente relajado, ideal para el descanso. Sin olvidar, la luz que entra por las grandes ventanas y se cuela hasta el último rincón del espacio.
El estar exterior se ha cubierto con una pérgola de madera, lo que proporciona sombra durante el día, pero deja pasar el aire, una condición muy agradable durante las veladas nocturnas. Los almohadones y los cojines de los sillones y el sofá en negro y azules rompen con la hegemonía de la paleta neutra, poniendo una pincelada de color, sofisticada y elegante. La vegetación tropical del exterior crea un paisaje exuberante, donde sentirse como en un lugar paradisiaco.
El jardín es una ampliación de la vivienda, ya que al abrirse los ventanales de suelo a techo se eliminan las barreras visuales entre ambos espacios. Distribuido en diferentes zonas, alberga una de comedor al aire libre, una de estar y otra de relax al pie de la piscina. Las vistas al campo de golf de esta exclusiva urbanización son otro plus para salir fuera de casa y hacer vida al aire libre.
Rodeada de una vegetación tropical, donde destacan dos impresionantes palmeras, la piscina curva, infinita y con espectaculares vistas te traslada directamente a un rincón de ensueño. El detalle de las antorchas casi en el agua es el broche perfecto.
La gran pregunta es: ¿Se mudará la supermodelo con su familia a esta espectacular mansión de Coachella o se tratará de una nueva maniobra inmobiliaria de la pareja, tras la venta de un complejo en Malibú? Seguro que en los próximos meses despejamos la incógnita.
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