Si bien es verdad que el concepto de ‘casa flotante’ no es nuevo (es una tipología de vivienda que los humanos vienen empleando desde hace miles de años), también lo es que, como todo en esta vida, ha evolucionado considerablemente. Y el ejemplo más claro y llamativo se ha presentado recientemente en Florida, concretamente en Miami Yacht Show (una feria especializada que se ha celebrado del 15 al 18 de febrero) donde se han mostrado las últimas novedades para los amantes de este tipo de embarcaciones. Porque, en realidad, lo que se ha presentado es el primer yate-vivienda del mundo.
Y a la vista de las imágenes que nos han llegado no podemos más que confirmar que la imaginación y los avances tecnológicos de hoy día no tienen límites. El límite, quizás, si no se es millonario, eso sí, podría venir por el precio, porque esta espectacular vivienda-barco está a la venta por 5.208.520 euros.
Pero ¿qué tiene de especial esta 'casa-barco'? Pues para empezar, la vivienda puede estar flotando sobre el agua o puede también levantarse sobre cuatro pilares hidráulicos cuando las condiciones del mar no son las idóneas. Además, la estructura es capaz de soportar huracanes de fuerza 4 (lo que representa vientos de más de 200 kilómetros por hora). Estos pilares hidráulicos de 12 metros de largo se pueden anclar en el fondo marino y levantar la 'vivienda-yate' unos 6 metros sobre el nivel del mar. Este proyecto, obra de la empresa americana Arkup, ha sido diseñado siguiendo los estándares de construcción naviera de ABYC (Setting Standars for Safer Boats) y NMMA (es decir, la Asociación de Empresas Náuticas de Estados Unidos).
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La 'casa-yate' tiene planta rectancular (de unos 23 metros de longuitud) está distribuida en dos alturas. Cuenta con una superficie total de 405 metros cuadrados, de ellos, 210 metros cuadrados corresponden al espacio interior y 195 metros cuadrados al exterior. Posee dos cubiertas, cinco terrazas y 4 habitaciones en suite (con una capacidad para un total de 8 personas), una cocina abierta y un salón de unos 72 metros cuadrados.
Si hay algo que llama la atención es la enorme fachada de cristal, que asegura una magnífica iluminación natural de toda la vivienda y unas espectaculares vistas de 270º sobre el océano. Pero, además de vivienda, lo más asombroso es que puede navegar. Es más, los motores de este singular barco pueden recorrer 22 millas náuticas auna velocidad de 7 nudos (unos 13 kilómetros/hora).
¿Qué significa esto? Pues que el afortunado propietario puede elegir dónde quiere estar: o amarrado en un puerto o buscar otros espacios más tranquilos y privados en el mar.
La cocina, abierta, se distribuye en un frontal donde se suceden los muebles, el fregadero, hornos y frigorífico y una isla central con la cocina encastrada, que puede emplearse bien para trabajar en ella mientras se disfruta de unas incomparables vistas o para hacer una comida informal. Junto a la cocina, se ha dispuesto una zona de office, perfecta para disfrutar cómodamente de una buena comida o cena entre amigos.
La zona del salón, que consta de unos 72 metros cuadrados se distribuye de una manera muy sencilla, aprovechando bien el espacio y teniendo como atracción principal las vistas que se obtienen a través de los grandes ventanales que se levantan del suelo al techo y dan directamente a la terraza exterior. Para acceder al segundo piso unas escaleras, en las que se ha aprovechado un hueco para utilizarlo como librería.
En el proyecto han colaborado un reconocido diseñador holandés de casas flotantes y una prestigiosa firma brasileña de diseño muebles y home staging, Artefacto, que se ha encargado de toda la decoración del interior de la vivienda. Sus claves: la elección de muebles personalizados en tonos neutros y suaves con el objetivo de dar mayor protagonismo escénico a las espectaculares vistas del océano que se obtienen desde esta vivienda.
Uno de los cuartos de baño de este 'yate-vivienda', donde predominan los tonos neutros y el diseño minimalista. Dos lavabos sobre la encimera, grandes espejos corridos y al fondo la zona de aguas, separada por una mampara de cristal que deja pasar la luz al espacio.
Como comentábamos más arriba los dormitorios tienen incorporados los cuartos de baño. En este caso, volvemos a ver un cuarto de baño, con muebles exentos de líneas muy simples y donde predominan los muebles lacados en blanco y la madera.
Uno de los dormitorios. Recordemos que esta peculiar vivienda dispone de cuatro dormitorios en suite. En este caso, vemos cómo se ha optado por incorporar una bañera exenta (que también funciona como jacuzzi) al espacio, dejando la zona de ducha dentro del cuarto de baño.
Desde el puesto de mando se puede, por ejemplo, elevar la vivienda por encima del nivel del mar, convirtirtiéndola en un palafito. Este barco-vivienda incorpora además la última tecnología para hacer de ella una estancia respetuosa con el medio ambiente. Toda la energía, tanto para las luces como para los motores del barco, provienen de la energía solar, que se obtiene gracias a las placas solares que se han incorporado, las cuales son capaces de generar 36 kw de potencia y sus baterías almacenan hasta un megavatio por hora. De manera que esta energía limpia sirve para hacer funcionar los motores del barco y cubrir cualquier necesidad doméstica. A ello habría que añadir la existencia de un depósito que recoge el agua de lluvia, por lo que podría decirse que este barco-vivienda no solo es sostenible, sino que, además, es autosuficiente.
Sin duda, uno de los espacios más atractivos es la enorme terraza exterior, que puede utilizarse como un inmejorable solarium y que comunica directamente con la zona de estar. Esta terraza, y he aquí su curiosidad, es retráctil, de manera que es también una forma original de dar metros al salón. Sus aproximadamente 42 metros cuadrados están protegidos (para evitar accidentes) por una barandilla de vidrio resistente a los golpes.