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Las mechas surgieron en los años 40, pero desaparecieron de las tendencias hasta los 70, cuando el movimiento hippie volvió a ponerlas entre las favoritas. Desde entonces, cada década van reinventándose: en los últimos años, el balayag a evolucionado en las babylights y el melting (mezcla), más sutiles.

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¿Qué mechas querremos en 2020? En opinión de la la peluquera donostiarra Charo Arruti, "los rubios serán más cálidos, derivando hacia beiges y caramelo". y mezclando mechas en pro de la naturalidad, algo que también buscarán los castaños, cuyas "mechas no subirán de dos tonos más del color natural".

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Nadia Barrientos, directora del madrileño salón The Madroom, también hace su apuesta para este verano: “para las mujeres con bases oscuras propongo unas sunlights en tonos avellana o champán. En bases más castañas, mi recomendación es aplicar babylights en varios tonos de rubio variando el grosor de las mechas".

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Si se trata de cabellos más largos, a Nadia le gusta hacer las Mordam, una nueva técnica de su salón (variante del nombre de su salón, del revés) que lleva tiempo trabajando a partir de mezclar el sunlight y la mecha californiana.

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Según David Lorente, si hay un color que marcará tendencia sin duda en bases claras, ese será el rubio blanco mantequilla, y en bases oscuras o morenas, el tono avellana con toques de rubio caramelo. "Lo que aconsejo en cabellos muy finos es optar por un rubio más natural (cálido) para dar relieve. Dará la sensación de tener más pelo. Se trata de un efecto óptico, para que el resultado no sea el de una melena plana”, aconseja.

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