El cansancio, el estrés y hábitos como el tabaco o el alcohol también acentúan las ojeras, con lo que son un problema que puede aparecer a casi cualquier edad. Según una encuesta, los selfies nos hacen vernos hasta un 40% más de ojeras que las que apreciamos frente al espejo; uno de los motivos de que los pacientes cada vez sean más jóvenes.