Tras la cuarentena y con el nuevo uso obligatorio de la mascarilla, la piel sufre más que de costumbre. El estrés, la calefacción o el aire, o los cambios en el sueño han podido alterarla durante las últimas semanas, y ahora la suciedad puede reaccionar debido a que está cubierta por un -imprescindible- accesorio higiénico con el que debemos salir a la calle. Por estas razones, una limpieza facial profesional es el ritual con el que deberías cuidarte en tu próxima visita a un centro de belleza.