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Un baño de placer

Sumergirse en la bañera puede convertirse en un auténtico deleite para los sentidos

Sólo hay que dedicarse unos minutos de relax disfrutando del agua caliente en la bañera.

Es importante desconectar, disfrutar del momento y hacer uso de nuestros productos y aromas favoritos.

Puede que sólo se dé ese gusto de vez en cuando, pero seguro que ha disfrutado alguna vez del placer de un relajante baño, sobre todo después de una dura jornada de trabajo. Cuando parece que todo ha ido mal, introducirse en la bañera puede conseguir hacerle olvidar todo lo demás. ¿Se anima a descubrir este pequeño placer?

Lo primero es preparar el ritual, poner al alcance de la mano todo aquello que va a necesitar: desde una buena esponja a una toalla suave, pasando por geles, sales de baño, jabones, cremas corporales para aplicarlas nada más salir del agua o productos basados en la aromaterapia. Son muchas las líneas de baño existentes en el mercado que hacen del baño un auténtico lujo, cuyos productos limpian, tonifican, relajan, hidratan y revitalizan nuestra piel. Es importante crear una ambiente acogedor y para conseguirlo puede, además, aderezar el baño con una música relajante y unas cuantas velas aromáticas encendidas... la placentera sensación será total.

La clave es sumergirse en ese mundo de burbujas, dejándose acariciar por la espuma o cubriendo el cuerpo con un aroma preferido. Hay que convertir la hora del baño en un tiempo de relajación sólo para usted, al menos un día a la semana (no es conveniente hacerlo a diario, pues la piel puede acabar resintiéndose). Al margen de proporcionarle un rato agradable, el baño puede convertirse en un buen aliado para su piel, y es que una de las claves de un cutis de seda es el baño. No olvide que ya los romanos descubrieron sus ventajas y las pusieron en práctica en las termas y baños públicos.

 

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