Sin selfies, abrazos o actuaciones: todos los cambios en una gala marcada por las restricciones sanitarias
Aunque ha sido presencial, ha habido muchas diferencias con años anteriores
El Dolby Theatre, anteriormente conocido como Kodak Theatre, había sido desde hace veinte años la sede de los Oscar. Situado en el Paseo de la fama de Hollywood era ya un enclave mítico para la organización de estos premios, pero este año la situación ha cambiado: se decidió que, para facilitar la asistencia presencial a los premios, se ambientarían varias salas. Una para los nominados en la Union Station de Los Ángeles, una antigua estación de tren estilo art-deco, y otra para los familiares que se mantendría en la localización original
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Union Station se ha engalanado para acoger también la alfombra roja. El lugar se ha preparado durante las últimas semanas para ofrecer un espacio al aire libre, con los asistentes muy limitados, y así favorecer que los protagonistas no tuvieran que llevar mascarilla. En el último año cada gala de premios se ha organizado como bien ha podido, apostando por la presencialidad o por lo virtual, algunos incluso han cancelado con la esperanza de que el próximo año sea mejor. Y los Oscar han conseguido crear la ilusión de que no pasa nada, y de que ante las cámaras la vida sigue a lo grande
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El interior del teatro estaba lleno de espectacularidad: no solo los asistentes con increíbles trajes, sino los juegos de luces, el espacio, el escenario... todo irradiaba lo que Hollywood siempre ha hecho mejor, el todo a lo grande. Sin embargo, este año había un importante problema de organización si se querían mantener las distancias, así que los responsables tomaron la decisión de cambiar de localización
El escenario de Union Station era visiblemente más pequeño y, en vez de tener una enorme pantalla que ponía en perspectiva todo lo que ocurría en primera plana, tras los protagonistas había una serie de cortinas y una pantalla plana en la que se proyectaba el nombre del ganador de cada categoría
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Otros años nos ofrecían planos como este, tomados desde bambalinas, permitiéndonos entrar, aunque fuera telemáticamente en la gala. Ver cómo estaban colocados los actores y directores, las más grandes estrellas de Hollywood
Pero en 2021 las cosas han dado un giro cuando se han situado diferentes sedes. Como no todos los artistas han podido desplazarse a Los Ángeles debido a las restricciones, los Oscar han decidido organizar escenarios en diferentes partes del globo. Esta imagen, desde París. Pero también había photocall y una posible estatuilla lista para los potenciales ganadores en Australia, Londres o Estocolmo
Esta imagen del músico Fat Max Gsus en la versión sueca de los Oscar estaba viendo así los premios. Desde el suelo y pendiente de la pantalla en la que estaba viendo los premios, en cualquier momento podían conectar con él si se hubiera llevado el galardón por Husavik, de Eurovision Song Contest: The Story of Fire Saga
Desde que se hiciera viral en 2019 un selfie en el que salían los actores más populares del momento, parecía que tendríamos una vez al año esta tradición de lo más simpática. El pasado año Charlize Theron fue la encargada de aunar a los protagonistas de la noche... ¿y este año?
Como se puede ver en esta foto, los selfies se han quedado reducidos a fotos de toda la vida, y echas por una persona que, tras las cámaras, lleva la mascarilla en todo momento. En la imagen posa Reese Witherspoon con Will McCormack y Michael Govier, ganadores del premio a mejor corto animado por Si algo me pasa, los quiero
En la alfombra roja de los Oscar era normal ver momentos como este, de lo más curiosos, divertidos y espontáneos. Dos estrellas se reencuentran y tienen un momento genuino mientras cientos de personas se sitúan a sus espaldas e intentan capturas el momento, ya sea en foto, vídeo o en su retina para siempre
En 2021 la alfombra roja se ha reducido al mínimo. No ha habido estrellas que no fueran nominadas o que no fueran a entregar un premio, por lo que no ha habido sorpresas entre los invitados. No solo eso, sino que los fotógrafos, videógrafos y asistentes en general se ha reducido hasta tal punto que el espacio se veía algo vacío incluso desde lo alto. Además, todos aquellos que no posaban ante el photocall llevaban puesta la mascarilla
Todos los años se conoce un poco más sobre qué comen los nominados e invitados en la noche de los Oscar... un exquisito menú que año tras año incluye opciones veganas o sin gluten para que todas las estrellas puedan llenarse el estómago después de la gala, que se celebra en el teatro, por lo que no hay mesas
En Union Station, en cambio, sí que había mesas donde las estrellas podían haberse tomado un tentempié, incluso durante la gala. Sin embargo, sobre las superficies solo hemos visto bolsos y móviles, aparte de las luces tan art decó que adornaban el espacio
Y la expresión humana más natural, la del cariño... los presentadores de las categorías se fundían, a menudo, en abrazos y besos con los ganadores, que subían emocionados al escenario. En casos como este, Gal Gadot le entregaba la estatuilla a Hildur Guðnadóttir, compositora islandesa que se llevó el premio a mejor banda sonora por Joker
En el mundo de la covid, a pesar de que los asistentes habían sido testados, mantenían las distancias y, por tanto no podían tocarse. O más bien no debían, porque sí se han visto abrazos entre las mesas, pero cuando el premiado subía a recibir su Oscar tenía que cogerlo él mismo del pedestal en el que se había colocado, al lado del micrófono, para evitar así el contacto y favorecer el espacio interpersonal recomendado
Idina Menzel se subió el pasado año al escenario del teatro Dolby para interpretar el tema principal de Frozen 2 con todas las representantes internacionales que ponen voz a las diferentes versiones de la canción para todos los países en los que se doblan las películas de Disney. Este año, en cambio, solo H.E.R se ha subido al escenario al comienzo de la gala, en lo que ha servido como calentamiento antes de empezar