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El pequeño error de Michele

La primera vez que Barack y Michelle Obama visitaron el Reino Unido como presidente y primera dama de los Estados Unidos fue en 2009 con motivo de la cumbre del G20 que se celebró en la ciudad londinense. Durante su estancia, fueron invitados por la reina Isabel II en una recepción en el palacio de Buckingham en la que hablaron sobre cómo abordar la crisis económica mundial.

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Fue en su reunión con la monarca donde se sucedió un momento muy curioso; Michelle Obama saludó a lsabel II estrechándole la mano, algo que protocolariamente no es correcto. Las críticas y los comentarios en la prensa se sucedieron en los días siguientes, a pesar de que tanto la primera dama como su esposo, Barack Obama, no quisieron darle demasiada importancia. "Fue una reacción humana totalmente natural de la que no me arrepiento", recordaba ella años después a lo que añadía que la Reina se mostró siempre muy amable con el matrimonio

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Una increíble bienvenida

La relación entre los Obama y la monarquía inglesa no se atenuó, al contrario. En 2011 el presidente y la primera dama de los Estados Unidos volvieron al Reino Unido en un viaje oficial de dos días por una invitación de Isabel II. El 24 de mayo el matrimonio se reunió con los duques de Cambridge en el palacio de Buckingham, donde se alojaron, apenas un mes después de que el príncipe Guillermo y Kate Middleton se conviertieran en marido y mujer. Barack y Michelle también tuvieron la oportunidad de reunirse con el duque de Edimburgo, el príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles en una pomposa y magnífica ceremonia de bienvenida 

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De gala

Tras la reunión con alguno de los miembros de la Familia real británica en su visita de 2011, los Obama fueron homenajeados con una cena organizada y ofrecida por la propia Isabel II. Un evento en el que los invitados lucieron sus mejores galas; de hecho, el vestido blanco, con el escote cruzado y largos guantes de Michelle fue toda una revolución. En las imágenes se muestra la gran complicidad que había entre el matrimonio, Isabel II y el duque de Edimburgo, quien compartió bromas y risas con la primera dama de Estados Unidos

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Gran conexión con el príncipe Felipe

Tan solo un par de días duró la segunda visita de los Obama al Reino Unido pero participaron en dos cenas de gala ofrecidas por Isabel II. El 25 de mayo de 2011 acudieron a la Winfield House de Londres en compañía de la monarca y del duque de Edimburgo, quien volvía a posar sonriendo a una espectacular Michelle Obama, quien lucía un vestido de cuello barca de color negro y una gargantilla que acaparaba toda la atención.

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Esta ocasión fue la tercera vez que Isabel II homenajeaba a un presidente de los Estados Unidos con una cena oficial. Como es tradición, ambos Jefes de Estado intercambiaron regalos: Barack Obama entregó a la monarca un álbum de fotografías de la visita de sus padres, el rey Jorge VI y la Reina Madre, a Estados Unidos en 1939

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Una llegada de película

En 2016 el matrimonio Obama volvía al Reino Unido en la que fue su tercera y última visita oficial como presidente y primera dama de los Estados Unidos. Esta fue su primera parada de una pequeña gira por algunos países europeos. En Londres se reunieron con el primer ministro, David Cameron, para abordar asuntos en relación con el Brexit. El 22 de abril aterrizaban en los jardines del castillo de Windsor en helicóptero donde Isabel II y el duque de Edimburgo los esperaban tras recibir una invitación oficial de la monarca

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El hogar de los Cambridge

Pero esta visita a la Familia Real británica tuvo un carácter más informal que las anteriores. De hecho, se publicaron imágenes donde los Obama compartían anécdotas en uno de los salones del palacio de Kensington, residencia oficial de los duques de Cambridge. Ellos fueron los protagonistas de esta breve reunión en la que, además, Michelle aparece charlando distendidamente con el duque de Sussex mientras Kate Middleton juega con su hijo mayor, George, y Barack conversa con el príncipe Guillermo. Horas antes habían asistido a un almuerzo con Isabel II y el duque de Edimburgo y, posteriormente, fueron invitados de nuevo a una cena de gala que también compartieron con el heredero al trono inglés y su esposa, Camilla de Cornualles

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Los Trump en el país de Isabel II

Donald y Melania Trump realizaron un total de tres visitas oficiales al Reino Unido durante su período como presidente y primera dama de los Estados Unidos. La primera de ellas fue en julio de 2018, en un momento complicado para el país que había sufrido la dimisión de dos ministros y se encontraba en plena controversia por el Brexit. Se trató de un viaje de cuatro días en el que el matrimonio se reunió con Isabel II para tomar el té, tuvo conversaciones diplomáticas con Theresa May, la entonces primera ministra, y asistieron a una recepción en la Embajada de Estados Unidos en el Reino Unido.

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Melania Trump brilló en la reunión que mantuvieron con el embajador en su residencia, Winfield House, el 12 de julio al llevar un vestido de cuento. Se trata de un diseño de J. Mendel que se caracterizaba por su color amarillo pastel y su plisado de muselina de seda, su cuello barca y sus falsas mangas que hacían un efecto de capa

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Una visita empañada por las protestas

Durante el segundo día del matrimonio Trump en el Reino Unido, volvieron a reunirse con la reina Isabel II en el Castillo de Windsor, concretamente en el Gran Corredor, donde está tomada la fotografía. Al igual que con los Obama, se realizó una ceremonia de recepción en las instalaciones de la residencia real de Berkshire. No obstante, la Reina no contó con la compañía de ninguno del resto de los miembros de su familia y el acto se caracterizó por las protestas de los ciudadanos en el exterior del edificio. Y es que momentos antes, el presidente de los Estados Unidos se había reunido con Theresa May, con la que había tenido duras palabras sobre el Brexit

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La ausencia del duque de Edimburgo

La segunda vez que los Trump visitaron el Reino Unido fue en junio de 2019 en una visita de Estado que duró cuatro días y en la que conocieron a algunos de los miembros de la Familia Real. El 3 de junio, durante la ceremonia de bienvenida en el palacio de Buckingham, sonaron 41 disparos de cañón en su honor y la Reina estuvo acompañada por el príncipe Carlos y su esposa, Camilla de Cornualles. El duque de Edimburgo no participó en estos actos ya que se había retirado de la vida pública. 

Para la ocasión, la primera dama de Estados Unidos lució un vestido de color blanco con cuello y cinturón en azul marino de la firma italiana Dolce&Gabbana. Para los actos que tuvieron lugar en el exterior, Melania llevó un sombrero a juego que llevaba con elegancia sobre su recogido

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Homenajeados por la Reina

Horas después, la Reina presidió una cena de gala en el Gran Salón del palacio de Buckingham en honor al presidente y a la primera dama de los Estados Unidos en la que también participó el heredero al trono y su esposa. Para el gran banquete de Estado, Melania Trump optó por un vestido blanco de la firma de alta costura Dior hecho a medida. Se trata de un traje largo, ajustado y con unas transparencias en la parte superior de los hombros. Lo combinó con unos guantes largos, al igual que lo hizo Isabel II

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Los Trump, sonrientes y cercanos

El segundo día en el Reino Unido del matrimonio Trump estuvo marcado por el acto conmemorativo del 75 aniversario del desembarco de Normandía, conocido también como el D-Day. El evento se llevó a cabo en en Portsmouth, al sur de Inglaterra y al cual también acudieron el príncipe Carlos, otros líderes mundiales y 300 veteranos. Para estas celebraciones, Melania Trump llevó un abrigo de la firma estadounidense The Row, creada por las gemelas Mary-Kate y Ashley Olsen. El pequeño tocado en color crudo era del diseñador británico, muy querido por otras royals,  Philip Treacy

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Excepcional muestra de estilismo

La última vez que los Trump se reunieron con Isabel II fue en diciembre de 2019, justo un año antes de que el presidente perdiera las elecciones de su país contra Joe Biden. El motivo de su viaje a Europa fue la participación en la recepción para los líderes de la OTAN para conmemorar los 70 años de la alianza. Fue organizada por la monarca en el palacio de Buckingham y acudieron numerosos líderes mundiales y otros miembros de la Familia Real británica.

De nuevo, la mujer de Donald Trump hizo gala de su estilo con un abrigo-capa de color amarillo de la firma italiana Valentino. La pieza de lanza suave y cachemir la combinó con un vestido de punto de color rosa fucsia que se podía vislumbrar a través de sus falsas mangas. Esta prenda estaba conjuntada con sus zapatos de la marca Christian Louboutin del mismo color

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