Para defender Malta de los turcos, que codiciaban esta isla mediterránea estratégicamente situada al sur de Sicilia, los caballeros de San Juan construyeron en el siglo XVI La Valeta, una imponente ciudad fortificada de calles en cuadrícula, templos y palacios de piedra dorada y murallas que han resistido intactas 450 años. Nosotros la visitamos en un par de días, una escapada perfecta para un fin de semana.
¿POR QUÉ VIAJAR A LA CAPITAL DE MALTA?
Volar a Malta es muy barato. Las compañías aéreas ofrecen vuelos directos desde varias ciudades españolas como Madrid, Sevilla, Barcelona, por precios que pueden rondar los 50 € por ejemplo, con Ryanair. Los restaurantes tienen precios razonables (es fácil comer por unos 15 €, incluyendo vino maltés de buena calidad) y por 80 € nos podemos alojar en un hotel. La Valeta no es una ciudad cara si la comparamos con Madrid o Barcelona: una cerveza en un bar puede costar entre 1,35 y 1,50 €, un billete de autobús 1,50 y un café alrededor de 2 €. Estos ya son motivos suficientes.
Un truco para ahorrar (aún más) es hacerse con el Multisite Pass Heritage Malta, que permite visitar muchos monumentos y museos del patrimonio isleño. Hay que mirar si compensa, dependerá de los sitios a los que quieras acceder, pero si son unos cuantos compensará seguro. El coste es de 60 € para adultos y 30 € para niños y es válido para un mes. Se puede adquirir en: heritagemalta.mt/store.