¿Por qué todo el mundo habla de Córdoba en mayo?

Mayo es, sin duda, el mejor mes para visitar la ciudad andaluza de Córdoba. Por su Festival de Balcones y Rincones, en el que los patios y blancas fachadas se tiñen de color con cientos de flores, por la fiesta de Las cruces de mayo y por el buen ambiente que se respira en sus calles. Te invitamos a descubrir estos y otros imprescindibles de esta mágica ciudad.

LA MEZQUITA

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984, la mezquita de Córdoba es una obra de arte en sí misma. Este híbrido arquitectónico, que ha pasado de ser un templo de culto islámico a una catedral cristiana, ha sufrido a lo largo de los años diferentes ampliaciones que como la de Almanzor –que la dotó de un carácter militar– la han enriquecido. Impresionan el Mihrab, dentro del muro de la qibla, la capilla Mayor, de estilo gótico y la capilla Real con una decoración de estilo mudéjar. Nota: si vas de 8.30 a 9.30 podrás visitarla gratis.  

ALCÁZAR DE LOS REYES CRISTIANOS

Esta fortaleza-palacio guarda en su interior siglos de historias, restos romanos, visigodos y árabes, entre otros, expuestos en diferentes salas. Todo ello se articula en torno a hermosos jardines de estilo mudéjar decorados con frondosos árboles, hierbas aromáticas y flores, muchas flores. Destaca también su colección de mosaicos romanos, extraídos de la plaza de la Corredera, la torre de los Leones, lugar perfecto para tomar una excelente panorámica de la ciudad y el sarcófago pagano, del primer cuarto del siglo III, que se expone en una de sus salas.

PUENTO ROMANO

Situado sobre el río Guadalquivir, el puente romano de Córdoba es pura historia. Durante 20 siglos esta estructura de 16 arcos –17 en sus inicios– y 331 m de longitud fue el único puente que tuvo la ciudad. Películas como la española Carmen o series como la exitosa Juego de Tronos han utilizado esta construcción que une el barrio del Campo de la Verdad con el de la Catedral como escenario de alguna de sus escenas más famosas.

JUDERÍA

Pasear por el barrio de la judería de Córdoba es hacer un viaje en el tiempo y quedarse perplejo ante la belleza de sus calles y fachadas. En el corazón de la ciudad, no lejos de la Mezquita, destacan la calle de los Judíos con la Casa Andalusí, la Sinagoga y la Casa de la Memoria, la Plaza de Tiberiades presidida por una estatua de Maimónides –uno de los médicos y filósofos más importantes de al-Ándalus nacido en este barrio– y la calle de Tomás Conde. Entre visita y visita se puede hacer una parada para tomar algo en uno de sus muchos bares para degustar su gastronomía, con su rico salmorejo a la cabeza.

PLAZA DE LA CORREDERA

Es aquí donde discurre el ir y venir de sus gentes, un punto de encuentro para tomar un café bajo el sol en una de sus terrazas o para disfrutar de sus festividades como el Carnaval o la Noche Blanca del Flamenco. Se cree que tiempo atrás este lugar, que hizo también las veces de plaza de toros, ocupó parte del circo romano de la ciudad. Su diseño y estructura son únicos en Andalucía y recuerdan a las grandes plazas mayores castellanas.

PATIOS CORDOBESES

Mayo es el mes de las flores, de los colores vibrantes, de las terrazas y de los agradables paseos. Cada año, la ciudad de Córdoba engalana sus fachadas con más de 2500 geranios y gitanillas para celebrar el Festival de Balcones y los Rincones, un singular evento que va acompañado de diferentes actividades culturales y de ocio, como son degustaciones de productos típicos, encuentros de coros rocieros y concursos de fotografía.

BAÑOS ÁRABES

Fueron los Baños del Alcázar Califal, descubiertos a principios del siglo XX, los más importantes de la ciudad. En la actualidad, entre tanta historia y cultura existe un lugar perfecto para desconectar y relajarse: los baños Hammam Al-Andalus (cordoba.hammamalandalus.com/es/). Ubicados muy cerca de la Mezquita, nada tienen que envidiar a las termas romanas. Su decoración transporta a los cuentos de las 1001 noches y su amplia carta de tratamientos y masajes hace las delicias de sus visitantes.