Unos cuantos rooftops que emergen como coloridos oasis entre los decadentes tejados, salas de arte en antiguas dependencias industriales, restaurantes que añaden un toque vanguardista a la cocina criolla. Y música, claro, por todos los rincones. Soplan nuevos vientos en la capital cubana.
Desde el mítico Malecón azotado por el mar, hasta el cogollo colonial presidido por la Catedral. Desde el Vedado con sus desvencijadas casonas hasta la icónica Plaza de la Revolución. Lenta pero inexorablemente, La Habana despierta de su letargo para asistir a un imparable despegue cultural. Y lo hace, claro, sin perder su esencia, ese encanto anacrónico que garantiza un auténtico viaje en el tiempo. Con sus edificios decadentes y sus vehículos de época. Con la calidez de sus gentes. Y con música en todas las esquinas. Estos son (sólo) algunos de los planes que no te puedes perder.
También lee: Seis excursiones que no te puedes perder desde La Habana