Sí, el terror es un género, es un reto que quizá la gente no se da cuenta lo difícil que es hacer una buena película de terror, que tiene que ver mucho con qué tanto muestras. Realmente el terror funciona más en la imaginación que en lo visual, aunque tienes que generar detonadores visuales y también el 50% del terror es la banda sonora, los efectos, la música, pero es un género que te despierta muchísima creatividad, tanto el trabajo con los actores, con la cámara, el sonido, el diseño de arte, etc.

Creo que lo primero que me conquistó fue el guión. Cuando lo leí, descubrí la manera en la que podíamos jugar un poco con las emociones del público, fue lo que me atrajo. Eral a oportunidad de poder realizar algo distinto a lo que ya habían visto, además el personaje de ‘Paulina’ implicaba otros retos que sentí que me podían ayudar en este crecimiento actoral y claro, ver ya todo el grupo armado, era lo que reafirmaba la idea que tenía junto con Alberto, aprendí muchas cosas, observándolo, y ver su trabajo mientras lo realizaba y son cosas que se van valorando y que siempre van a estar ahí presentes y que van reafirmando que estar en ‘Presencias’ fue la mejor decisión que pude haber tomado.

Me pasó un poco lo que comentaba Yalitza con el guión. Hablé con Luis inmediatamente, le dije que me daba miedo, temor, temía hacer un mal trabajo... los temores de siempre, pero especialmente con este guión porque el género para mí era nuevo. A mí me gusta el buen terror, pero hacer terror es un reto bastante grande y el personaje de Víctor tiene una diferencia enorme con el de Pacho, lo cual era algo que yo estaba buscando. Víctor está roto desde niño; si corazón está muy lastimado desde que pierde a su hermana pequeña,siendo tan joven.

Realmente es a través de lo que vive el personaje y de crear personajes de carne y hueso con profundidad. El personaje de Víctor tiene una vulnerabilidad con la cual el espectador se identifica y de todo lo que le sucede, el público va experimentando lo que él vive, gracias a tener grandes actores como Yalitza y Alberto, que te meten a su mundo interior. Entonces lo que debe de vivir el espectador es lo que está viviendo en la mente del personaje así como sus miedos.

Miedo a lo desconocido, el afrontarte a esas cosas que no estas seguro de qué es. Siento que la oscuridad siempre es traicionera con el ser humano, es algo que cuando está oscuro no puedes ver nada, solamente estás escuchando. Y todo es algo que le aumenta a esos temores que te puedes estar imaginando. El hacer terror, creo que compartimos esa sensación los tres que teníamos miedo en no saber si iba a resultar o no.

Realmente sí es muy complicado y en una ocasión igual lo hablaba con el maestro Mandoki de que no estaba tan segura de que el terror, en mi caso, que funcionara. Sí es un reto muy grande poder realizar este género y lograr el objetivo, tal vez de una forma muy sutil, pero teniendo ese resultado con el público, y la verdad es que, ver el resultado ha sido como ‘wow’, sí valió la pena, ha sido un trabajo maravilloso.

Creo que cada uno de los proyectos que se van realizando a lo largo de nuestras vidas te van sumando, te van cambiando, vas aprendiendo y cada persona trabaja diferente, cada equipo funciona diferente y entonces, los resultados siempre van a ir variando. Considero que es un cambio y un crecimiento en lo laboral y lo personal.

(Risas) Ahí luego nos estaremos tomando una tazita de café para platicar de eso, porque también creo que eso da terror, ¿no?