Para completar su look, Sara apostó por un peinado muy sencillo, un moño con trenzas en los laterales que le permitió prescindir de velo y otros adornos. "Quería ir sencilla. De hecho, no dije en ningún momento que me estaban peinando para mi boda, pero si para una celebración, que para mí, lo era", apunta. Muy especial fue también el ramo que llevó aquel día. Y no solo porque no supiera, hasta ese mismo día, que iba a llevar ramo, sino porque fue un regalo de su hermana. "Al ser una boda tan pequeña decidí que no llevaría vestido de novia ni ramo, pero mi madre y mi hermana no lo veían, y un rato antes de la boda vi el ramo en mi casa. ¡Cuánto me alegro, fue todo un acierto!", concluye.